Entrevista con Verónica Gerber
En ocasiones, las palabras no son suficientes. Hay situaciones en la vida demasiado cercanas, emocionantes o dolorosas que nos resultan imposibles de ver. Si no podemos advertirlas, ¿cómo podemos narrarlas? Eso mismo le sucede a Verónica, la protagonista de Conjunto vacío. "El nombre me funcionaba para el personaje por lo que significa, que es 'verdadera imagen'; es una contradicción, pues ella está buscando algo que no puede ver, pero trae en el nombre un supuesto llamado a la imagen".La relación sentimental que tenía Verónica termina y ella debe volver a su hogar, el departamento familiar, habitado sólo por su hermano tras la desaparición de su madre cuando ella tenía 15 años. Esa ausencia es la que rige Conjunto vacío, que va desde la desaparición de las personas hasta la de las palabras: “la desaparición es un problema central en el libro. Por un lado, desaparecen las palabras y los diagramas toman su lugar. La desaparición de los personajes, sobre todo el de la madre es el agujero alrededor del que todo gira y, en ese sentido, se articula como una situación social e incluso política. El libro explora la idea de las consecuencias del exilio, particularmente del argentino y su dictadura; hace que te preguntes qué pasa 10, 15, 20 años después con estos exiliados, que ya están en otro país, cómo se desarrollan sus vidas, cuáles son las consecuencias de un contexto social tan violento y terrorífico como el de la dictadura”.Gerber también es hija de exiliados y de alguna maner