Cuando era chiquita, dibujaba comida, y en la playa, en vez de castillos de arena hacia tortas y medialunas; obligaba a sus padres a cruzar la ciudad con tal de comer el helado que quería o de comprar su factura preferida, después hizo de eso su profesión: estudió Comunicación Social y se dedicó al periodismo gastronómico, oficio que ejerce desde 2007 en los medios más reconocidos de la Argentina.