Ha pasado las horas muertas en hoteles y bares sin apenas cuidar el dress code. Comilón y canapero, junta letras sobre restaurantes, tendencias gastronómicas y alcoholes. Llegó al mundo del cóctel como Peter Sellers a 'El Guateque', pero tras el primer negroni ya nadie le levantó de la barra. 

Miguel Ángel Palomo

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Restaurantes para no fallar si vas a comer a la sierra de Madrid

Restaurantes para no fallar si vas a comer a la sierra de Madrid

Subáis a hacer una ruta de senderismo, a buscar una de las muchas cascadas escondidas entre los árboles o a disfrutar de alguno de sus lugares todavía secretos, siempre hay un momento para recargar fuerzas, para disfrutar de platos que reconfortan. ¿Dónde comer en la sierra de Madrid? Las opciones son mucho más amplias de lo que creéis. Desde un cordero lechal recién asado a propuestas que apoyan el kilómetro cero y/o se desmarcan de la vertiente más tradicional con suculentos platos de autor e incluso un restaurante con estrella Michelin.  RECOMENDADO: Top 50: los mejores restaurantes en Madrid
Guía definitiva del brunch en Madrid: los mejores planes para desayunar tarde

Guía definitiva del brunch en Madrid: los mejores planes para desayunar tarde

Para quienes aprovechan el fin de semana para descansar y levantarse un poco más tarde, para quienes trasnocharon el día anterior o para quienes quieren simplemente hacer un 2x1 (desayunar y comer) más o menos rápido y seguir de paseo por la ciudad. En los últimos años, muchos cafés de especialidad, restaurantes y hoteles de la ciudad se han sumado a esta moda de unir desayuno y comida y ofrecen amplios y variados menús que combinan la repostería y con una nutrida sección salada y algún que otro cóctel (no, claro, como los que podéis disfrutar en estas coctelerías). El último en llegar está a un paso del templo de Debod. RECOMENDADO: Si eres más de salir a tomarte el vermut...
Estos son los platos más famosos de Madrid

Estos son los platos más famosos de Madrid

La gastronomía madrileña es una de las más completas y variadas de España. Callos, cocido, caracoles… la lista de platos típicos de Madrid es tan larga que necesitaríamos varias semanas para probarlos todos. Sin embargo, hay bares, restaurantes y tabernas que se han hecho famosas por darle su toque personal a los platos que estamos acostumbrados a comer a diario. ¿Quién no ha oído hablar de los huevos rotos de Casa Lucio? ¿Quién no ha probado el chocolate con churros de San Ginés? Para aquellos no sepan a qué nos referimos o para quienes quieran descubrir los platos más famosos de Madrid, no os perdáis nuestra selección, donde también aparecen platos actuales o restaurantes contemporáneos que se han hecho con un hueco en el imaginario de la restauración capitalina. RECOMENDADO: Dónde comer el mejor cocido en Madrid
Ir de tapas en Madrid: un paseo por barras donde arrancar el aperitivo

Ir de tapas en Madrid: un paseo por barras donde arrancar el aperitivo

Que Madrid es calle, barra, jarana y buen tapeo no tiene que venir nadie a demostrarlo. La ciudad con más bares de España bulle de exquisitas propuestas para el aperitivo, de parroquia en parroquia. Candidata a convertirse en Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, la Unesco no se lo pensaría dos veces si probara cualquiera de estas tapas de Madrid. Os dejamos una brevísima selección con algunos bocados muy muy famosos en la ciudad.  RECOMENDADO: Platos más famosos de Madrid: los que hay que probar sí o sí
Restaurantes para comer con niños en Madrid

Restaurantes para comer con niños en Madrid

Salir a comer con niños puede convertirse a veces en una misión imposible. O los restaurantes no cuentan con tronas o los demás clientes se molestan con los ruidos, llantos y posibles gritos o las mesas están tan juntas entre sí que es imposible meter un carrito de bebé. Pero, aparte de planes culturales diseñados para ellos, hay locales que han pensado en estas comidas familiares sea compartiendo toda una paella o una hamburguesa y tienen desde zonas de juego infantiles a menús especiales para ellos. Aquí van algunas pistas para todos los padres que quieren reservar mesa los fines de semana sin dejar a la prole con los abuelos. RECOMENDADO: Para niños amantes de las croquetas
Restaurantes más originales para comer en Madrid

Restaurantes más originales para comer en Madrid

Madrid está que arde en cuestión de restaurantes de moda, eso es innegable. El ‘boom’ de aperturas es imparable y la lista de visitas pendientes se hace eterna en la capital. Cada restaurante intenta brillar más que el anterior ya sea por una oferta gastronómica diferente, un interiorismo rompedor, una propuesta de ocio más allá de la culinaria, una localización emblemática y mágica… ¡O por todo a la vez! Este es el caso de estos comedores que lo aúnan todo en espacios inesperados que nunca parecieron pensados para ser restaurantes y que ahora, sin embargo, lo son.  RECOMENDADO: Nuestro top 50: mejores restaurantes de Madrid
Dónde comer los mejores bocadillos de Madrid

Dónde comer los mejores bocadillos de Madrid

Y lo que nos gusta comer con las manos, mancharnos los dedos, dar un buen mordisco... Dejamos de lado las hamburguesas (que no son sino carne entre pan y pan) y los bocatas de calamares, que dan para un especial aparte, para recomendaros un puñado de bocadillos y sándwiches que no os podéis perder en Madrid. Hay para todos los gustos y los hacen en sitios especializados en el tema como en tabernas y restaurantes donde se come muy bien (y no siempre tirando de cuchillo y tenedor) pero también en bares con mucho ambiente, tanto a mediodía como de noche.  RECOMENDADO: Planes para comer rico y barato en Madrid
Los mejores bares de Madrid para tomar el vermut de aperitivo

Los mejores bares de Madrid para tomar el vermut de aperitivo

Con o sin un hielo. Con o sin una rodaja de limón/naranja. Con o sin gas. Reus, Yzaguirre, Iris, Miró… Hay en la ciudad, en cada barrio, infinitas tabernas donde entregarse al vermuteo. Los bares y tabernas que ofrecemos a continuación son solamente una puerta de entrada al universo del aperitivo capitalino más allá de las cañas y los vinos, sitios que nos resultan ineludibles, que puntúan como metas volantes, barras donde puedes empapar este elixir con espléndidas raciones y gustosas tapas. Se sabe la hora del encuentro, nunca hasta dónde se alargará el paseo. Unid estos puntos de salida con todos esos otros rótulos que empiecen por Casa o Bodegas y... ya nos contaréis qué tal el vermut en Madrid. RECOMENDADO: Si el aperitivo se alarga, completa el día con un helado
Bares secretos y casi clandestinos que os sorprenderán

Bares secretos y casi clandestinos que os sorprenderán

Hay muchos rincones oscuros o mesas estratégicas donde estar tranquilo en muchos bares de la ciudad. Vosotros sabéis cuáles son. Pero aquí, pasamos la lupa y os dejamos algunas direcciones de sitios semiocultos, escondidos a la vista del gran público, de las guías o de los que simplemente pasaban por ahí... Barras para darse al cóctel, claroscuros donde comer algo o lugares mínimos pero inesperados donde tomarse un café, clubes nocturnos para festejar... Esto es algo así como el mapa del tesoro cuando buscas sorprender y no solo ir a beber o picar algo. Aquí van pistas de lugares que igual aún no conoces y que te llevarán directo a los speakeasy de Madrid. También para momentos diurnos.  RECOMENDADO: Los mejores bares para tomarse el vermut en Madrid  
Los mejores lugares para beber y comprar vino natural en Madrid

Los mejores lugares para beber y comprar vino natural en Madrid

El paisaje urbano ya no se entiende sin su skyline de etiquetas de colores. Cero sulfitos -o casi-, catecismo biodinámico, algo de radicalidad. Detrás de tanta botella de nombre extraño interviene el rigor de la tendencia. Lo cierto es que esta efervescencia por el vino más libre y sin demasiado mangoneo aviva el cotarro en bares, tiendas y restaurantes. Muchos son eso a la vez, un poco de todo donde se ofrece sorbos de verdad, fruta sin aditivos, historias con nombres reales, vidas embotelladas y una forma de interactuar con la naturaleza y de estar en el mundo. Proliferan los pequeños locales entregados a la aventura personal y regidos por el convencimiento de la cruzada orgánica. Los hay más especializados y otros envueltos en un pack que aglutina estilo de vida para picar sano y escuchar música en vinilo. Suelen compartir café de los de tueste natural, gustos artesanos y estética reconocible por su desnudez y aparente despreocupación. En todos ellos se bebe vino para disfrutar con actitud.    RECOMENDADO: Hora del aperitivo: dónde vermutear en Madrid
Restaurantes peruanos para todos los bolsillos en Madrid

Restaurantes peruanos para todos los bolsillos en Madrid

Aquí van algunos de los restaurantes que mejor representan la vasta gastronomía peruana en Madrid. Hay miradas contemporáneas y aproximaciones de autor, hay cocina chifa y nikkei, hay nombres que son ya embajadores culinarios de su país en nuestra ciudad y hay muchos muchos ceviches y mucha cocina informal y callejera. Un listado con espacios elegantes, lugares donde lo festivo y lo gastronómico se equilibran, comedores sencillos, de barrio, e incluso atractivos puestos de mercado. RECOMENDADO: Los mejores restaurantes japoneses en Madrid
Ruta de la arepa: los mejores restaurantes venezolanos en Madrid

Ruta de la arepa: los mejores restaurantes venezolanos en Madrid

Comer con las manos tiene una conexión casi ancestral. La arepa no guarda tanto arraigo en el estándar consumista del street food global pero afortunadamente los flujos migratorios cambian las cosas. Hasta en los usos y gustos gastronómicos. Así, la comunidad venezolana -colombiana también, no nos peleemos por el origen del invento- introdujo en Madrid la fiebre por uno de sus mayores iconos culturales. Símbolo hoy de fusión latina y también española, este alimento precolombino netamente popular alegra nuestro callejero de bares y restaurantes con múltiples variantes. La sencilla torta a base de agua, sal y masa precocida de maíz (cuanto más se amase más fina resultará), que puede ser pasada por horno, plancha o parrilla, y rellenada con lo que a uno le apetezca, tiene su ruta oficial en la ciudad, pero nosotros proponemos la nuestra.      RECOMENDADO: Planes para comer barato a pie de calle en Madrid

Listings and reviews (49)

Casa de comidas

Casa de comidas

4 out of 5 stars
Poco tendrá que ver este restaurante con los que frecuentaba el chef sevillano Rafa Zafra cuando de niño acompañaba a su padre en carretera. Los camiones que aparcan hoy en los márgenes de Padre Damián no garantizan estar ante un apeadero fiable donde comer rico y barato como cuando se está de ruta. Eso sí, la zona financiera cada vez es más foodie y el hotel NH Collection Eurobuilding sigue buscando ocupar su lugar en el panorama gastronómico. Contar con Rafa Zafra da caché, aunque la propuesta relaje los postulados de sus últimos proyectos.     Casa de Comidas, desde ese vínculo sentimental de cocina honesta y popular, pretende dar algo de personalidad a un espacio tan impersonal como suele ser el restaurante de hotel. Con sabores reconocibles, con todo muy claro en el plato y sin experimentos de altos vuelos. Jamón Joselito, salmorejo, lentejas, macarrones, tortilla, merluza a la romana… Cosas así. El seguidor de Zafra (Estimar, Rural, Casa Jondal) no debe esperar aquí caviar, gamba roja o trufa blanca. No encontrará lujos ni apenas recuerdos de vanguardia, pero podrá agradecer el rollo disfrutón y sincero. Lo deja claro el mismo Zafra en su declaración de intenciones: “Las mejores cosas de la vida se han de compartir y, por eso, en esta carta encontrarás productos, sabores y recetas que formarán siempre parte de mi memoria gastronómica”. También habla de celebrar “la sencillez y la autenticidad de la cocina de fondo”. En Casa de Comidas, más un solvente restaurante de hot
Dantte

Dantte

4 out of 5 stars
El chef argentino Dante Liporace quería montar en Madrid un restaurante italiano. Pero uno diferente entre tanta oferta, sobre todo en Chamberí. Por lo que este otoño inauguró en la calle Santa Engracia su personal idea de fusión porteña y neoyorquina. Sin cortarse, que busca acentuar la bastardía de una cocina dada a las reinterpretaciones por el mundo. "En Argentina hacemos una cocina italiana hiper bastardeada", cuenta Dante. "Soy fanático de Manhattan y allí también hacen cosas bastardas. Así que, ¿por qué no hacer un restaurante italiano con esas influencias?". Suma además la asesoría de Ansón&Bonet, a los que también Dantte les pareció "disruptivo para Madrid". No diremos que tanto, pero al menos logra manejar cierto factor sorpresa. No busquéis ortodoxia ni genuflexiones a la tradición. Esto tiende a la irreverencia sin dejar escapar al cliente con la barriga vacía después de haber compartido a casi cualquier hora platos, vinos y cócteles pensados para pasarlo bien. El espacio, en el que lo mismo se escucha a Nina Simone que guitarras propias de bistró francés, se mueve en cánones ya vistos de muros de ladrillo, paredes desnudas, suelo de madera y telones para dar algo de distinción. De entrada, una bonita barra; al fondo, unas cuantas mesitas distribuidas por el frente luminoso que da a la calle General Arrando. Escaleras abajo, otro saloncito también con su barra.   El creativo Dante Liporace ha hecho carrera en España. Empezó en Barcelona, luego trabajó con Pedro Su
Devil's Cut

Devil's Cut

5 out of 5 stars
Madrid se agita más que nunca. No es casualidad que justo antes de que la ciudad albergue de forma inédita la gala de The World’s 50 Best Bars, la gran cita de los bares de cócteles, irrumpa con fuerza este proyecto ambicioso pero independiente. Devil’s Cut está respaldado por gente apasionada por este mundillo, tres amigos de toda una vida que quieren montar un bar. El destino quiso que descubrieran que el local que uno de ellos había diseñado hace cuarenta años estuviera disponible. Ese local era Casa Pueblo, fundado en el barrio de Las Letras en 1983 como un café bar de época años 20. Un lugar especial que, condenado casi al ostracismo décadas después, experimenta un renacer al unísono del vigoroso estado actual de la coctelería. No bastaba este impulso romántico, había que hacer ruido. Para ello consiguieron involucrar a Shingo Gokan, un bartender japonés (con la misma edad que el bar) que es lo más parecido a una joven leyenda de la disciplina. Con más de veinte años de carrera, todo cambió cuando en Ginza vio una venencia por primera vez. Shingo viajó después a Jerez con esta katana del vino en su mochila decidido a convertirse en el samurái de los jereces. En los primeros dos mil nadie hacía cócteles con estos vinos generosos tal y como se hacía en el pasado. Gracias a él, reconocido como una de las personas más influyentes de esta industria, y responsable de once bares más repartidos en Japón, Shanghái, Hong Kong y Nueva York, el vino español más patrimonial es un ing
Sala Cero

Sala Cero

4 out of 5 stars
Hay varias maneras de afrontar la visita a Sala Cero, el esperado nuevo proyecto de Javier Bonet (Sala de Despiece): cargados de expectativas o de prejuicios, augurando un hito gastronómico o desde la inopia más absoluta. No diremos cuál es la buena. ¿Comer un panipuri relleno de algo y beber una copita de pisco Italia con cava mientras se espera no se sabe qué en el interior de un no-lugar? Sala Cero presenta así su aperitivo imperativo, al tiempo que a sí misma al otro lado del telón de acero, material con el que define su identidad en plena calle Ayala.   Javier Bonet, de profesión: creador de conceptos. Huelga recordar lo que supuso Sala de Despiece en el desarrollo de formatos alternativos al bar de siempre. Sala Cero cambia Ponzano por el barrio de Salamanca y se envuelve en un halo de secretismo y misterio estratégico. Sin entender todavía demasiado, nos situamos en guardia dentro de un teatrillo aséptico que podría formar parte del set de Dexter si no nos sintiéramos más como en El dormilón de Woody Allen. Un purgatorio que ni arde ni congela, pues esta cámara frigorífica fake sirve solo para tantear al visitante. Los ganchos de carnicería se ven limpios, ni rastro de sangre ni de animales muertos. La performance no da ese paso pero busca cierta mística distópica cuando a través de un ventanuco aparecen silenciosamente los primeros bocados sobre un estropajo de nanas. Ya empezamos a entender. ¿O no?   Con regusto a piparra, boquerón o almendra, se transita hasta el re
Insurgente

Insurgente

4 out of 5 stars
A priori otros que se apuntan a la guerrilla gastro con espíritu combativo. Alguien que se levanta contra la autoridad tal vez sea decir mucho. Lo de ellos al menos es adentrarse en la selva de Madrid desafiando la formalidad y, aunque ya casi nada nos sorprenda, con eso parece bastar para un primer voto de confianza. Genaro Celia (Colombia, 32 años) y Agustín Mikielievich (Argentina, 28) irrumpieron en el Mercado de Chamberí con sus cuchillos y su propuesta de fusión. Más bien cargados de influencias latinas (recuerdos) y orientales (tampoco de oídas), más la cultura de mercado que es donde esto cobra sentido. Pero que su ímpetu no confunda, ambos son discretos, tímidos y afables, lejos de la impostura de otros guerrilleros. Se agradece. Formados en Le Cordon Bleu de Madrid, se conocieron en el fallecido Fayer. Tras un periplo en Cokima, Genaro sentía que debía volar libre. Y pensó en Agustín para no hacerlo solo. Es su momento. Si entrar en el Mercado de Vallehermoso no cuajó, lograron colocarse junto al puesto de Juancho's BBQ, cuyo líder facilitó su entrada al mercado de abastos de la calle Alonso Cano. Sin reservas y valiéndose de las mesas compartidas de la zona comedor, Insurgente resulta cómodo por las mañanas y más caldeado de noche en fin de semana cuando le llega el rollo cercano de Ponzano. A la vista, Genaro y Agustín más sus ayudantes dándole al kamado, a las ollas de todo calibre, a la plancha, al horno y a los cuatro fuegos. Una cocina montada para ser versáti
Pizzeria Friggitoria

Pizzeria Friggitoria

3 out of 5 stars
Pizza, fritti e birra. Con semejante eslogan los Fratelli Figurato anunciaron la apertura de un nuevo local en primavera. Vittorio y Riccardo, los hermanos que han puesto cara y apellido al boom pizzero en la ciudad, querían un poco más de autenticidad napolitana. La solución es un tipo de fritura callejera propia de su lugar de origen. El Fratelli Figurato más grande se ubica en el barrio de Vallehermoso. Amplia y sencilla, esta freiduría a la italiana no despacha para la calle sino que es comedor con un montón de mesas a lo largo de todo el ventanal de la Avenida de Filipinas. Se arma con elementos fabriles que no esconden la identidad de la casa, y la decoración no pasa de unas cuantas latas de tomates pelados Mutti. Aprovecha una larga barra de madera y peto de mármol con azulejos blancos para poder sentarse en taburete frente a los grifos de cerveza si así se desea. A la vista el horno, no así la cocina cerrada a salvo de olores molestos. Poco a poco se va llenando de amigos, de parejas jóvenes y no tanto, de niños y de carritos porque sitio hay de sobra. Nadie entra esperando un bol de kale y quinoa, a Pizzería Friggitoria se viene preparado para una buena ración de street food a tope de carbohidrato.  Si los hermanos Figurato ya habían demostrado su destreza con la pizza napolitana y la pasta fatta a mano, les quedaba traerse del empedrado de Nápoles algunas de sus especialidades favoritas. La primera parte de la carta se centra en fritos, ese antipasto previo a las pi
Holy Drop

Holy Drop

3 out of 5 stars
La primera gota que cae en el alambique es la más simbólica de toda la destilación del whisky. A esa gota sagrada es a la que Ezequiel Riesgo propone venerar en su bar de la calle Sandoval. Un local de 300 metros cuadrados entregados al destilado más bebido donde conocedores e iniciados encuentran su lugar. Una coctelería informal especializada en whisky y ese lugar de encuentro para acercarse sin complejos a una cata o a un trozo de carne acompañado de una copita de escocés. Ezequiel es un argentino tan gigante como el bar que tanto le ha costado dar forma junto a su socio del Whisky Club Madrid, que ahora también tiene aquí su sede. Llega procedente de Barcelona, donde durante años fue parte de La Whiskería. Redobla en este caso la apuesta, con rones, tequilas y ginebras fuera de lo común para que a ningún cliente le falte su bebida especial. Y por mucho que sea de whisky, Riesgo no deja de ser un bartender de Buenos Aires, con lo que el licor Fernet Branca lo lleva en las venas y tatuado en la piel. No es fundamentalista, su Holy Drop ofrece whisky para todos, amén de todos los whiskys que poco a poco irá incorporando para atraer a nuevos aficionados mientras para los entendidos va escondiendo joyas (una botella de Springbank 23, por ejemplo) en la profundidad del bar.  El mundo del whisky emparenta con el look industrial y Holy Drop lo secunda: vigas de hierro y tuberías destripadas; el ladrillo y los imponentes pilares de piedra originales del edificio esquinado de Chamb
Harvey’s

Harvey’s

4 out of 5 stars
Harvey’s en el metaverso de una ciudad a golpe de liberalismo. El bar de Edu Gutiérrez, tras más de diez años en la calle Fuencarral, tuvo una mudanza forzosa. Las inclemencias de esta Malasaña poseída por la gentrificación obligaron a echar el cierre y a buscar un nuevo lugar donde seguir dando de beber con banda sonora americana de fondo. Tal vez el destino hizo que ese escenario sobre el que mutar no fuera uno más sino el de Lady Pepa en el que tanto se hizo cuando la ciudad dormía.  Edu quiso tomárselo con más calma, pero no hubo opción. Había que darse prisa con la obra para abrir cuanto antes. El antiguo Lady Pepa era un caramelo y el sueño de montar un bar en Nueva York tendrá que esperar. Así que dos intensos meses de reformas después tenemos un Harvey’s en una nueva vida que no deja de ser la misma. Porque estamos ante un Harvey’s cien por cien reconocible sobre un Lady Pepa que mantiene su estructura y poco más. Que nadie espere encontrar la bancada ni los manteles de cuadros. Ni los espaguetis ni el piano de café teatro, por supuesto. Aquel after infalible, tan dudoso, o no tanto, es hoy un recuerdo del último Madrid realmente gamberro.  La entrada ya hace tomar conciencia, con el toldo propio y el espejo de bienvenida al cocktail bar antes de la bajada. Edu ha trasladado estética y espíritu sin dejar el barrio. Tonos dorados, papel traído de Turquía, las mismas cortinas de terciopelo rojo y, al final de los escalones, la barra de madera que serró por la mitad. Aho
La Raquetista en La Habana

La Raquetista en La Habana

4 out of 5 stars
Hace dos años los hermanos Aparicio abrieron en Juan Bravo otra La Raquetista, esta vez con la mirada puesta en Iberoamérica. No parecían tiempos de seguir dándose a la cocina fusión. Sin embargo, la solvencia que es marca de la casa ha demostrado que todavía es pronto para agotar determinadas fórmulas si se aplican con sentido común y buena mano en los fogones. Alejarse del área foodie donde Salino o La Raquetista llevan tiempo funcionando como relojes tenía su riesgo y no les ha resultado tan fácil como esperaban. Cada barrio tiene sus códigos, sus hábitos y hay que tener capacidad de adaptación. La Raquetista de La Habana ofrece un comedor luminoso y diáfano que parte de una barra donde arrancar con una caña y un primer picoteo. Las mesas, vestidas con mantel, descartan alargar más de la cuenta la idea de ración y menú del día con la que a veces se prodiga la zona. Esto es un restaurante al que se viene a comer en condiciones. Aunque entre semana den desayunos y desde hora temprana se pueda acometer un café con churros, una tostada de jamón o un banquete costeño de huevos fritos, carimañolas, tostones y arepas. La terraza del bulevar permite otro desahogo, mejor para las noches de verano. En el interior, ya que es lo que se promete de inicio, el hilo musical merecería ritmos sabrosos más acordes de los que Cuba anda sobrado. Un detalle fácilmente subsanable que podría mejorar la ambientación con la carta ya en la mano, un formato de periódico que el cliente luego se lleva
Planta Baja

Planta Baja

4 out of 5 stars
Una cueva para beber cócteles y escuchar a Soul Keita o Groove Armada. Planta Baja abrió puertas en junio y no necesita mucho rodaje para sentirse fresco, confortable y detallista. La diversidad es uno de los factores del éxito de la actual escena coctelera en Madrid. Los bares se miran entre sí, es cierto; demasiada obsesión por la tendencia y por gustar a todo el mundo. Pero hay trabajo. Planta Baja es una coctelería de hoy, donde la estética, la música y la bebida van a una. Se trata del bar de Kevo Jacoby, un bonaerense que llegó hace diez años a Barcelona (Dr. Stravinsky, Two Schmucks) y que, junto a su colega y socio Juan D´Onofrio, chef de Chispa Bistró, acabó enrolado en esta aventura madrileña. Fue al ver el local cuando realmente se convenció de las posibilidades de un proyecto con el que apenas se habían limitado a fantasear. En una callecita de poco paso a espaldas de la Puerta de Alcalá, el St. John’s era un bar de copas y cócteles al que acudía a las tantas la gente del sector porque siempre estaba abierto. Una gruta semiclandestina con las ventanas tapadas. Mano a mano con un primo arquitecto, Kevo lo rediseñó todo, desde la luz a la decoración. Respetaron la estructura de la bóveda, recuperaron la identidad original sacando a la vista más ladrillo, destapando las ventanas y llevando la barra al fondo (del mismo material de terrazo que la de Chispa): estación de coctelería a medida y con nada que esconder, "el sueño de cualquier bartender", corrobora Nathaly, e
Tiki Volcano

Tiki Volcano

4 out of 5 stars
Las vacaciones en un vaso para un Madrid de secano. Cabría resumir así el alma de este bar de nombre evocador. Un oasis de exotismo en la "Malasaña norte", más expuesto y grande que el anterior Tiki Chateau de San Vicente Ferrer, cerrado para alumbrar esta nueva criatura en la primavera del 2023. Algunos bares son sus propietarios. Miguel Escobedo dejó la abogacía y abrazó el escapismo. Se fanatiza a principios de los 2000 tras conocer la parafernalia del icónico Bora Bora. Había pasado el momento de House of Ming, Wagalag o Mauna Loa cuando Miguel se fue convirtiendo en uno de los mayores expertos patrios del género hasta querer ganarse la vida con esta tradición importada de Estados Unidos, aunque lo que a él le sedujo fue el fenómeno del tiki ibérico. Este Tiki Volcano vuelve a ser estandarte de unas esencias que los supervivientes no hicieron más que pervertir.  Si su primer local fue un bar tiki canónico –bien podría haber estado en Los Ángeles, tan talibán era Miguel que los cócteles los mezclaba dentro y no en la barra–, con el siguiente Chateau se relajó dando un giro europeo. Su actual Volcano, en la calle Manuela Malasaña y en un entorno cada vez más gastronómico, ocupa un anterior bar de cerveza que en los noventa fue un mítico del reggae. En él ha metido parte de su memorabilia de coleccionista en mercadillos y viajes: tótems, máscaras y mugs locos, lámparas setenteras del House of Ming, un póster de la peli española Tabú, libros viejos de misioneros y cazadores d
Manifesto 13

Manifesto 13

4 out of 5 stars
Entre cervecerías de madera, mesones supervivientes y rincones de comida étnica, las tendencias gastronómicas remueven el barrio de Olavide. Uno de los últimos restaurantes destinados a liderar el cotarro foodie, de estas calles chamberileras y de Madrid en general, es Manifesto 13. Un italiano moderno que nació mirando la tradición. Un lugar en el que sentirse especial dentro de la moda, dure lo que dure, pero donde los guiños a la última no desvirtúan una cocina atractiva y satisfactoria.   A diario, los mediodías de Manifesto 13 son algo tranquilos, a la espera de que el ritmo se acelere de noche. Cada momento luce en un local al que Marta Banús ha sabido sacarle toda su fotogenia y mood de rabiosa actualidad. La estética industrial de tuberías al aire, paredes desnudas y esqueleto de hormigón se suaviza con formas redondeadas, madera limpia en la gran estantería, y luz natural que baña la planta de arriba desde los enormes ventanales a la calle. A medio camino entre Brooklyn y una bottega italiana. Abajo convive el obrador (todos los días hacen pasta fresca con sémola rimacinata y harina 00) con una mesa larga que dará mucho juego. Pero es difícil alejarse de la preciosa barra de triple piedra y armazón negro sobre la que gravita todo. El resto es para que algunos vinilos decoren mientras el vino natural en el botellero de obra termine por definir las intenciones. Nicholas y Mark son los que aglutinan los ingredientes de este manifiesto en el que el 13 da buena suerte. A