Macarena Escrivá

Macarena Escrivá

Listings and reviews (19)

Horcher

Horcher

5 out of 5 stars
Si te preguntaran por cuáles son los restaurantes clásicos de Madrid, ¿qué dirías? Seguramente vinieran a tu mente el desaparecido Jockey, El Club 31, Zalacaín o Horcher. ¿Verdad? Remontémonos a 1943. Es el año en que Horcher aterrizaba en Madrid. Pero su fundación data del 1904, cuando Gustav Horcher abre su primer restaurante en Berlín. Muchos años han pasado, pero qué maravilla, tanto tiempo después sigue inamovible al paso del tiempo y en manos de la quinta generación de la familia. Hoy en día sigue fiel a sus principios: calidad excelente, servicio excepcional y cocina tradicional ajena a modas pasajeras. Sentarse a la mesa de Horcher, es hacerlo al puro savoir faire madrileño. Por allí han pasado personajes de la talla de Salvador Dalí, Sofia Loren o Ernest Hemigway. Si sus paredes hablaran... La sala se traduce en el clasicismo de cubertería de plata, copas serigrafiadas, claveles en cada mesa y elegancia en estado puro. También disponen de tres reservados: el salón, la recepción y Horcher downstairs. Horcher es, probablemente, ese sitio en el que probar platos que seguramente no tomarías en otro restaurante. Su cocina de tradición austro-alemana no tiene rival en la ciudad. Los clásicos de esta casa e imprescindibles son algunos como los arenques a la crema con kartoffelpuffer o pastel de patata, el consomé 'Don Víctor', el steak tartar, el stroganoff a la mostaza Pommery o platos de caza como la perdiz a la prensa y el lomo de corzo. La verdadera experiencia culinar
La Bien Aparecida

La Bien Aparecida

From the creators of hits like La Maruca and Cañadío, La Bien Aparecida came to town in 2015. Looking back, it seems Paco Quirós's success has no limits. The man from Cantabria packed his bags and came to Madrid to triumph in style. For his third restaurant, he chose the name of the patron saint of Cantabria. With La Bien Aparecida, Quirós has managed to further strengthen the offer on the menu, along with invaluable input from Chef José Manuel de Dios, who had previously worked at the Bras de Francia restaurant and El Cenador de Amos. The cuisine is inspired by that from Cantabria, though the restaurant has two distinct lines. One is more traditional, with unshakeable classics such as Russian salad, fried clams, their famous fried calamari, artichoke flowers with oxtail, an excellent hake in green sauce, the celebrated free-range chicken and rice stew, among others. And the other line is more of a signature cuisine from De Dios, which features a tasting menu that changes with the seasons; it's here that the chef really lets himself go and shows off his creative side.
La buena vida

La buena vida

5 out of 5 stars
What is your definition of the perfect dining experience? Ours looks like the neighborhood of Las Salesas, specifically La Buena Vida. The restaurant’s interior boasts only a few tables and very sparse decorations, but the owners—and husband-wife team—Carlos Torres and Elisa Rodríguez know that nothing should distract guests from the beauty of the plates served in their restaurant. At La Buena Vida, seasonal fare is always the name of the game. Autumn promises dishes that highlight the bounty of the countryside. Think hunting dishes featuring birds like grouse, ducks, turtle doves and woodcocks, or rich, mushroom-filled stews of chanterelles, sausage and potatoes. Winter brings delicacies like black truffles and sea urchin to the table, while springtime specialties include the freshest produce and nuanced dishes like artichokes with cod or delicate pastas. Finally, summer dishes are exactly what you want served with a side of warm weather: gazpacho, crispy fried fish and grilled calamari served in their own ink. No matter what the weather, though, each meal concludes with a sizable piece of homemade cheesecake. In terms of wine pairings, place your trust in the more-than-capable Elisa. She knows the winery and its products like the back of her hand.
La Catapa

La Catapa

5 out of 5 stars
If there’s one tavern you simply can't miss in the Retiro neighbourhood, it's here at La Catapa. Miguel Ángel Jiménez has many years of experience under his belt, so it comes as no surprise that this is one of the best bars in the city. What started out as a tiny bar down the street is now an important stop on any food lover's itinerary. Whether you're enjoying tapas at the high tables and stools in the bar or sharing dishes over a tablecloth in the dining room, you'll want to stick around for the great service and lovely staff. Among the tapas include highlights like periwinkles, mashed 'revolcona' potatoes, 'morcilla' and 'chistorra' sausages, prawns and mushrooms. And that's just for starters. Next you've got to try the potato and truffle croquettes – they're without rival in the city – and the Russian salad with marinated pheasant, rabbit cutlets, artichoke flowers, tuna tartare, 'escupiñá' clams, sweetbreads... We could go on about these delights all day. The menu is always changing, and you'll also get specials that come and go with the seasons. If a urchin is in season, they might do a toritilla made with it along with seaweed. If they've got Denia 'gamba roja' prawns, you could get them in a stewy rice or with teardrop peas and egg yolk. And so it is with all products they prepare and serve. Another reason to make the pilgrimage to La Catapa is the wines. Their selection of wines by the glass is the main attraction, but there's also sherry and champagne. With the he
La Bomba Bistrot

La Bomba Bistrot

5 out of 5 stars
Cuando a un espacio acogedor, le sumas buena cocina, nada puede salir más. Y eso es lo que pasa en La Bomba Bistrot. Llegó sin hacer ruido y poco a poco, se ha convertido en uno de los restaurantes de cabecera para los gastrónomos más exigentes. No es extraño encontrarse en su carta novedades en cada visita, esto es por el talento incansable e inagotable de Cristophe Pais, su chef y creador. Y ¿no es esa la clave del éxito? El trabajar con tesón, la curiosidad por nuevos sabores y preparaciones... Si es la primera vez que les visitas, debes pedir sí o sí lo siguiente: para empezar, su ensaladilla rusa -¡Mon Dieu! Qué buena está-, las finísimas croquetas melosas de jamón ibérico, un tartar de ostra con cebollino y rábano picante que sirven sobre una tosta de pan crujiente y el pollo asado casi perfecto, un ave criada en libertad y cocinada a fuego lento durante 12 horas. Pero si por algo destaca por encima de muchos, es por sus arroces. Cristophe Pais siempre tiene hueco en su carta para ellos. Ya sean algunos fijos como el arroz a banda, sin nada que envidiar a los mejores arroces de la Comunidad Valenciana, como de temporada, con preparaciones que van desde un potente arroz de pichón, hasta uno de pato, alcachofas y puerro, entre otros. Para terminar, ya son santo y seña de esta casa, postres como la pavlova, un merengue francés con vainilla, fruta de la pasión, frambuesa y grosella, o el también francés baba au rhum, emborrachado con especias y ron con una chantilly con vai
Havana Blues

Havana Blues

4 out of 5 stars
Ya no hace falta viajar a la vieja Habana para degustar su cocina más tradicional. Cuando te sientas con ansias caribeñas, dirígete a Havana Blues. Porque allí, desde la amabilidad y cercanía de su personal -cubano, of course-, hasta el modesto local pintado en azul cielo, evocan los ritmos latinos que se viven en el mismísimo Malecón. Porque nada más traspasar la puerta, te embaucarán los olores de la cocina cubana al compás de la música más alegre. Para empezar, hazlo con unos buñuelos de yuca o tostones (plátano verde frito y machacado). No puedes dejar de probar sus platos míticos: por una parte, la ropa vieja cubana, ternera guisada y deshilachada, que sirven en una cazuelita, acompañada de arroz blanco y plátano maduro frito y por otra, el legendario sándwich cubano. ¿Te acuerdas de la película 'El Chef'? ¿Cuántas veces has querido entrar en la pantalla y degustar ese bocado suculento? No imagines más, el sándwich cubano de Havana Blues se compone de carne asada a la cazuela, jamón york, queso, mostaza y pepinillo. Todo ello en un pan crujiente y delicioso. ¿El resultado? El éxtasis gastronómico. La única pena es que solo puede degustarse entre semana, ten en cuenta que los fines de semana no lo sirven. Otros platos como el chilindrón de cordero, el pollo tropical o los langostinos al estilo cubano, completan una oferta de lo más variada. De postre nos terminan de seducir con sus preparaciones caseras. Cada día cambian, pero la cosa va desde mousse de guanábana, hasta t
La buena vida

La buena vida

5 out of 5 stars
¿Cuál es tu definición disfrutar comiendo? La nuestra irnos de banquete al barrio de las Salesas, concretamente a La Buena Vida.  El matrimonio formado por Carlos Torres y Elisa Rodríguez,  que regentan el restaurante, no hacen sino reforzar cada día, que lo suyo es dar de comer muy bien a los madrileños. El local con apenas unas cuantas mesas y una decoración sobria, que lo que hace es resaltar lo que hay en el plato. Y eso sí que es bonito. Sería difícil quedarse solo con un plato de La Buena Vida. Manejan un producto excepcional más allá de cualquier moda y una carta que se rige por la temporada. ¿Un vistazo a cada estación del año? En otoño la visita se hace imprescindible por el dominio sublime que Carlos hace de los platos de caza como cerceta, grouse, tórtola o becada y de setas como el imbatible guiso de níscalos, patatas y butifarra. En invierno por el diamante negro de la gastronomía, la trufa negra y el manjar de los mares, los erizos de mar que sirven al natural y dentro de un huevo de pollita con caldo dashi. En primavera mandan las verduras, ya sean los guisantes lágrima de Guetaria con huevo de pollita, las colmenillas a la crema o las alcachofas con callos de bacalao. Y en verano el gazpacho con carabinero tostado, los raones a la sartén o los calamares de potera en su tinta, componen la comanda perfecta. El ágape, en cualquier momento del año, termina con una tarta de queso de dimensiones considerables con coulis de frambuesa. Para el vino, ponte en manos de
Elektra

Elektra

4 out of 5 stars
"No hay mejor forma de vivir, que rodearte de aquello que te hace feliz". Con una filosofía así, no podemos tener más ganas de repetir y repetir en Elektra. Nos encontramos ante un espacio que se ha dedicado al bienestar, a los placeres de la vida sencilla y a que te sientas como en casa. Y lo consiguen. Si en un principio su vocación iba a ser vegetariana y vegana, pronto supieron combinarlo con otras propuestas para todos los públicos. Eso sí, en clave saludable. Podríamos decir que Elektra es un restaurante omnívoro.  Si bien un 60% de los platos de su carta no incluye proteínas de origen animal, para el tanto por cien restante cuentan con los mejores productos que encuentran (pescado salvaje, carne con DO) para asegurarse que el resultado va a ser beneficioso desde el origen. En una carta gastronómicamente muy potente, exploran platos 'verdes', algunos con influencias italianas y orientales, además de pescado fresco y carnes. Si tuviéramos que elegir nuestros platos favoritos, esos serían los nem-cuon de vieira y gamba con una cama de guacamole y chutney de naranja, el bacalao salvaje de Alaska, el sashimi de salmón salvaje y una memorable lasagna bolognesa de buey de la Finca de Jiménez Barbero con sobrasada y queso pecorino gratinado. De 10. Mención aparte merece el pastelero, que cada día prepara tartas caseras para el deleite de sus clientes: tangerine pie, tarta de Santiago y té matcha, brownie vegano de plátano... ¿Te apetece acompañar la comida con un cóctel? En la
La Catapa

La Catapa

5 out of 5 stars
Si hay una taberna a la que ir sí o sí en la zona del Retiro, esa es La Catapa. Miguel Ángel Jiménez lleva muchos años haciéndolo muy bien. Dicen de ella que es una taberna ilustrada y no podemos estar más de acuerdo, además de una de las mejores barras de Madrid. Lo que empezara en un pequeñito local de la misma calle, para más tarde mudar a un local más grande acorde con sus necesidades, ahora es un sitio de peregrinación para los amantes del buen comer. ¿Qué encontrarás allí? En primer lugar, una zona de barra donde tapear en mesas altas y taburetes y en segundo, la sala propiamente dicha. Cualquier opción nos vale, porque allí, sea sentado a la mesa con mantel o de pie degustando un vino, se va a disfrutar y dejarse querer por su amabilísimo personal. Si te decimos que con tu consumición, la tapa que la acompaña va desde bígaros, hasta patatas revolconas, pasando por morcilla, chistorra, gambas o champiñones, verás que ya es toda una declaración de intenciones. Eso para empezar. Para continuar tienes que probar las soberbias croquetas de patata y trufa -no tienen rival en la ciudad-, la ensaladilla rusa con faisán escabechado, chuletitas de conejo morunas,las flores de alcachofa, el tartar de atún, las escupiñás, mollejas... ¡Podríamos estar hablando todo el día de sus exquisiteces! La oferta de carta -siempre cambiante- la acompañan con varias sugerencias, atendiendo al producto y la temporada. Que es temporada de erizo de mar, pues preparan una tortilla con éste y alga
Gumbo

Gumbo

4 out of 5 stars
Suenan ritmos de Luisiana en Malasaña, la poderosa trompeta de Louis Amstrong, la improvisación del jazz... Bien, nos hemos topado de lleno con Gumbo, el único restaurante de Madrid que explora la gastronomía de Nueva Orleans. Allá por 2003, cuando en la ciudad del Mississippi se celebraba su conocido carnaval, Mardi Gras, abría sus puertas en Madrid este restaurante en armonía con los sabores sureños. Matthew Scott quería que en Gumbo fuera la sede donde degustar las raíces creole y cajún de su cocina. Entrar allí es hacerlo al compás del jazz, en un local pequeño pero bien resuelto, decorado con fotografías en blanco y negro de Nueva Orleans. Además, juegan con varias tentaciones a tener en cuenta: precios asequibles, menú del día por 11,50 euros, cocina diferente y ubicación. La cocina de Gumbo es sencilla, sensata y sin estridencias. Cada plato es una sorpresa. Ya sean los tomates verdes fritos -¿os acordáis de la novela de Fannie Flagg?-, las albóndigas de cocodrilo con salsa étouffée, el jambalaya -uno de los platos más representativos de la cocina cajún-, los cangrejos de río o el gumbo, plato que da nombre al local y que consiste en una sopa criolla y potente de arroz con mariscos, aves o carnes. ¡Hay creaciones tan sugerentes que se te hará difícil elegir! Además de una carta fija, disponen de sugerencias que varían con la temporada del año. ¿Volver y probar cosas nuevas? Sí y más sí. Remata la faena con un trozo de tarta. De queso, de zanahoria, de banana o peanut b