Lucas Local
Si miras por fuera no encontrarás su nombre. Basta hallar el acceso para sumergirte en un espacio con una colección de meteoritos y una pared de piedra volcánica. No sabrás a dónde has llegado.
Se llama Lucas. Lucas Local, el nuevo amigo gastronómico con sus colores galácticos, elementos visuales tropicales, mobiliario retro (las sillas fueron de oficina) y acabados de resina en sus mesas. Un diseño ingenioso y genuino. A la propuesta se suma la música, una especie de fiesta exótica con sonidos naturales.
Al tomar una mesa, me ofrecieron un shot de cortesía, caliente y salado. Se trataba de una crema de quesos con espuma de queso Oaxaca que, por decir lo menos, era una alerta a los sentidos del deleite gastronómico que estaba por venir.
Si bien hubo advertencias de sabor, la siguiente entrada se voló la barda: tostadas de pato confitado, una delicia para la vista y el paladar. Son agridulces y ácidas, con brotes de rábano que aportan un sabor ligeramente amargo.
En la pesca del día, nos tocó el pulpo con puré de alubias, tabule de verdolagas y tzatziki. Con este platillo la cocina reafirmó la calidad que ofrece, con sabores balanceados y texturas concretas. El pulpo estaba suave, gracias a la excelente ejecución de la cocina, el puré resultó cremoso y el tzatziki tuvo el balance perfecto de yogur y especias; el conjunto de sabores resultaron en un platillo redondo.
Otro imperdible es el sobre pan, compuesto de foie gras sellado con salsa de chabacano y avellana tostada. Sin d