Bruno Eflamm

Bruno Eflamm

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DrinkEat Bus

DrinkEat Bus

Necesitarás ponerte de acuerdo con tus amigos y armar un grupo. Si lo logran, en este recorrido tendrás todo incluido. El paseo te incluye tres restaurantes y bares, como George II, La Teatrería o Chuchito Pérez, incluye hasta bebidas en los traslados y la música que quieras escuchar.  Si te gusta probar poco (o mucho) de varias opciones, entonces debes abordar el camión que te llevará por una ruta seleccionda previamente por ti. La ventaja de DrinkEat Bus es que vas a conocer varios hot spots en una noche sin gastar mucho. Es indispensable que reserves con antelación y aproveches este plan para festejar desde un cumpleaños, hasta las reuniones de fin de año en un plan totalmente diferente.  Drinkeat Bus Previa reservación. drinkeatbus.com. Paquete DrinkEat $629 por persona.   

Listings and reviews (83)

Ardiente Cantina Latina

Ardiente Cantina Latina

4 out of 5 stars
  Agruparnos alrededor del fuego, partir el pan y compartir bebidas es algo que llevamos en la sangre. Aunque en la vida moderna ya no lo hagamos alrededor de una fogata, las cantinas se han convertido en un refugio solidario para protegernos de las preocupaciones que nos depredan. Sobre todo, a nadie le queda duda de que la raza latina se enciende con más fuerza. Descubre los destilados y aguardientes de lugares como Brasil, con cachaza, preparada a partir de la caña de azúcar; de Perú hay pisco hecho con uvas; y también de regiones mexicanas hay sotol, pox y raicilla. Lo mejor es beberlos directo, para apreciar sus cualidades, pero si eres de garganta sensible te los preparan en coctel. Con tu bebida en mano, ve a la rocola a seleccionar una canción en idioma y son latinos y disponte a probar los sabores de Latinoamérica. Hay platillos que van apareciendo cada semana; desde un aguachile verde, hasta unos sanguches peruanos y cortes de carne al carbón. Ardiente Cantina Latina correrá rápido por tus venas con aguardientes, música y comida latinoamericana.
Terminal Juárez

Terminal Juárez

3 out of 5 stars
Cuando sientas que el hambre te pide atención a gritos, corre a conocer el nuevo mercado gastronómico de la ciudad, ubicado a unas cuadras del Museo de Cera, en la Juárez. Esta construido con cuatro contenedores de carga marítimos, le da una ambientación urbana, sin embargo, logra sacarte de la CDMX desde que entras. Las opciones para comer fueron elegidas por sus preparaciones caseras, así que encontrarás comida reconfortante y abundante. Fui directo al segundo piso a Hot Mamma’s Hot Chicken por un pollo preparado con la receta original del sur de Estados Unidos; picante y crujiente, con un mac & cheese de acompañamiento como lo servirían en Nashville, Tennessee. Fue un gusto encontrar en este mercado a los expertos en pizzas artesanales de Nosferatu. La recomendación de la casa fue la pizza roast in blues, con parmesano, gorgonzola, arándanos y arugulas; también le ponen una salsa agridulce de vino, en general fue una combinación de aromas espectacular. Para después de la comida está Pánfilo con café y panadería, y por último pero no menos importante, cuando cae la tarde hay que visitar el Wine Bar.
Arango

Arango

4 out of 5 stars
Después de trabajar con Enrique Olvera de Pujol y con Martha Ortiz de Dulce Patria, el chef Alejandro Cuatepotzo crea el menú de Arango, una terraza restaurante ubicada frente al Monumento a la Revolución, con una de las vistas más imponentes de la Ciudad de México ya que se montó en lo que alguna vez fue la azotea del edificio, ahora techada. El nombre lo obtiene por el personaje histórico de la Revolución mexicana Doroteo Arango, mejor conocido como Pancho Villa. Entonces, la comida que ofrece su menú es mexicana pero va condimentada con la primicia de ser una cocina de raíces. Esto invita los ingredientes locales y las recetas tradicionales de varios estados de México, como Yucatán, o Puebla, de donde el chef Cuatepotzo es originario. Cuando terminas de admirar la belleza del restaurante y su vista, plenamente brillante por el sol durante el día y románticamente iluminado por la noche, es indispensable pasar al ventanal a observar el mural de Pancho Villa, del pintor Sergio Segovia. Arango es un concepto que se puede confundir fácilmente por uno de esos lugares a donde acuden empresarios y políticos, donde la comida es solo una manera de pasar el tiempo mientras se cierra un negocio. Aquí, en cambio, hay una propuesta culinaria importante y fresca. La ensalada de betabeles y palmitos tiene pinta de sencilla, pero con el puré de colinabo, un cremoso de queso y la vinagreta de avellana, este platillo es una de las mejores cartas para comenzar el juego. Luego los tacos de pie
Stand Up Brew Bar

Stand Up Brew Bar

3 out of 5 stars
Café, panini y mac & cheese; una combinación asaz apta para crear una bomba atómica de antojo. También para generar en tu cuerpo las calorías suficientes y sobrevivir lo que falta del invierno, así que dale las gracias al frío y vamos por una taza de café de especialidad. Stand Up Brew Bar es un lugarcito casero con una barra en donde sucede toda la magia. Es uno de esos cafés que miden con precisión la cantidad de granos tostados que se molerán para tu taza, esto asegura una mayor calidad y fidelidad en los sabores. En mi visita probé un expreso con un dulzor impecable y unos dejos apenas perceptibles a almendra. Era de café Huck, un tostador estadounidense pero con granos guatemaltecos, de Acatenango. También tienen otros métodos de extracción que se adecuarán a tus gustos cafeteros.
Due Gelati

Due Gelati

3 out of 5 stars
¿En qué se diferencia el helado tradicional con el gelato de Italia? La diferencia básica es que el helado lleva crema y el gelato solamente leche. Es ligeramente menos grasoso y más terso cuando lo comes. En Due Gelati son expertos en la materia, y aunque emplean en algunos sabores cierta cantidad de crema, todos son veganos. Otra de las características es que son preparaciones artesanales con ingredientes mexicanos de temporada. Como el de tuna verde o el de mango con chile, son dulces pero sin caer en el exceso así que te refrescan de inmediato. El de vino rojo con queso es ligeramente más espeso y cumple para una tarde romántica, añadiendo una bolita de gelato de frutos rojos. A este pequeño local, que por cierto abre todo el día, puedes ir con tu mascota y disfrutar de café, té y chocolate caliente, para que no encuentres queja alguna en estos días fríos.
Barra de Ginza

Barra de Ginza

3 out of 5 stars
Se acabaron las pretensiones y los restaurantes exagerados en Lomas de Chapultepec, ahora ya encuentras varias opciones para el antojo y el bolsillo. Barra de Ginza no es un restaurante per se, sino una línea de servicio sobre la banqueta para poco más de 15 personas con comida fusión japonesa y mexicana. El local respeta la elegancia de una barra de sushi, pero la cocina le da vuelo a la hilacha con platillos como el taco de rib eye con erizo o callo con enoki (setas), con base de alga nori, ofrecidos a modo omakase. Lo destacado son los ingredientes frescos desde cangrejo y langosta hasta pulpo, y de ahí se deja llevar el chef Óscar Magaña para idear sashimi, pokebowls, tempura o ensaladas de algas. Para el postre hay helado de té verde acompañado de aglomeraciones godínez, pues se ubican estratégicamente frente a la Torre Virreyes. En Barra de Ginza te sentirás en una especie de taquería pero con aromas orientales.
Margaret Chic Kitchen

Margaret Chic Kitchen

Lo chic en una receta no necesariamente es rebuscado. Lo que hizo el chef Abel Hernández con el menú de Margaret fue una línea de platillos atemporales, con sabores precisos y refinados. No es un restaurante para descubrir combinaciones inimaginables o técnicas culinarias novedosas, sino para aprovechar la destreza de su cocina francesa y americana. Junto con el chef Hernández, colaboran el chef César Vázquez y la sommelier Laura Santander; el resultado es un menú muy amplio estilo bistró que además es fácil de asimilar al momento de elegir. En las entradas hay desde escargots —caracoles— con risotto verde hasta foie con emulsión de pistache. La misma línea clásica se encuentra en los ostiones rockefeller, les quedan jugosos y ligeros, bien combinados con espinacas y un toque de tocino. El poder de la sencillez lo demuestran con el crudo de jurel, súper fresco con un relish de hinojo cuyo sabor es dominado por la dulce acidez del limón amarillo. Para continuar al platillo fuerte las cosas se pueden poner un poco rudas para los omnívoros, ¿cómo descartas entre una clam chowder, un short rib y un chuletón? La clave para conocer mejor a Margaret fue atacar pescado y carne. La recomendación de la casa: pescado eureka. Excelente la cocción desde el interior del filete de pesca blanca en costra de panko, servido sobre una cama de tagliatelle de tinta de calamar (con la sal suficiente para resaltar todos los sabores en el plato) y una salsa cremosa de sauvingnon blanc en la que apar
Anastasia

Anastasia

3 out of 5 stars
Pabellón Altavista fue en los años 40 la mansión de los Peralta, una histórica familia mexicana de empresarios. Hoy alberga tiendas de ropa, servicios y algunos de restaurantes, y aunque parezca un simple centro comercial, después de ver el nacimiento de las cadenas Cinemex e Italianni’s, continúan surgiendo sorpresas que renuevan los aires veteranos de esta plaza. Así nos pasó con Anastasia, un rincón joven que se desprendió del concepto típico de comidas en centros comerciales. El interiorismo retoma los aires señoriales de la historia del lugar en un elegante comedor con pisos de mármol, reflejos plateados y candelabros; aunque no pretenden ser un restaurante de corbata. El menú no distó de esta idea con platillos clásicos de la cocina mediterránea europea. Para abrir apetito están las crujientes tostas de gulas hechas con surimi y aguacate en pan tostado, o la de queso brie con anchoas, que contrasta lo salado con unas cebollas caramelizadas e higos dulces. También hay croquetas de jamón serrano de bechamel con alioli de chipotle, para acompañarlas con una limonada de pepino con mezcal. En los platillos fuertes aparece el filete wellington, una receta inglesa que tuvo auge en los años 80 servido con gravy y espárragos. Y para no alejarnos de la temática mediterránea, están los ravioles de tres quesos y aceite de trufa, con mozzarella, ricota y queso de cabra. La salsa es ligeramente picante por los piquillos, una combinación que se acompaña bien con vino blanco. También e
Përgamo

Përgamo

3 out of 5 stars
El cuidado de la salud a través de los alimentos está abarcando cada vez más áreas; los superalimentos (superfoods), lo orgánico, lo autosustentable y antioxidante está dejando de ser una moda. Përgamo es una cafetería que desde la estética del local y a través de su línea de alimentos y bebidas te recuerda que eres lo que comes. Aunque en la Roma abundan esos locales diseñados para atraparte desde la vista, aquí hay un encanto arquitectónico e interior retro que casi te obliga a querer quedarte el mayor tiempo posible; posiblemente sean los atinados colores que van del rosado al mamey. Si quieres pasar rápido no hay problema, tienen productos listos para llevar. El café es orgánico y su cold brew (embotellado) queda terroso y fresco (Chiapas). Hay tazones con açaí, plátano, coco y cacao en trozos, una alta dosis de energía para comenzar el día. O bien unos molletes o un toast de aguacate, para acompañar con un matcha calientito. Pregunta por los tipos de té que manejan pues hay varios de uso hasta medicinal; pero si las infusiones o la comida no te reviven, llévate un jugo prensado en frío para que le llegues a la dosis absoluta de vitaminas.
El Roma Bistrot

El Roma Bistrot

4 out of 5 stars
Uno de los chefs más versátiles en la CDMX es Joaquín Cardoso. Fue en el restaurante Carlota —en el cosmopolita y arquitectónico Hotel Carlota en la Cuauhtémoc— donde despuntó su carrera junto a la chef Sofía Cortina. Ahí sus platillos se apoyaron siempre del ingrediente principal, sobre todo de la frescura del origen; y también, con alguna que otra sorpresa en la técnica y presentación. Después lo conocimos en otra faceta reclinada hacia los vinos naturales en Loup Wine Bar, en la Roma. Ahí se enfocó en sopas y en platillos mediterráneos y estofados. Aunque siempre hubo indicios de gastronomía francesa en la técnica del chef Cardoso, en El Roma Bistrot emprendió el rumbo de la cocina reconfortante de un bistró, sin dejar a un lado los retoques mexicanos, caribeños y por supuesto, del resto de Europa. Retoma el estilo parisino de esos establecimientos que te brindan familiaridad en la capital de Francia. Los insumos son orgánicos y provienen de granjas cercanas, como Yolcan de Xochimilco y otras del Estado de México, ahí una de las firmas del chef. Creó un menú bastante concreto y sin ideas rebuscadas, aunque sí con propuestas diestras que se notan trazadas con esmero. Hallé contrastes en la totalidad del menú y balance en la individualidad de cada platillo. En las entradas la tártara añeja de res con pan a la parrilla es de sabores refinados y textura cremosa por la yema de huevo, también rústico con el pan tostado y marcado en la parrilla. Del caribe están las accras de pe
Ecole Cua

Ecole Cua

3 out of 5 stars
Así como necesitamos de una farmacia o un supermercado cerca del hogar, las pizzerías artesanales también son necesarias; cuando da el antojo, este llega de forma implacable. Suertudos somos los que vivimos en la Del Valle porque tenemos a Ecole Cua, un lugar muy acogedor, amiguero y familiar que llegó justo a tiempo para darnos calor en estos próximos meses fríos. Sería imposible desanimarse con alguna de las pizzas clásicas. Las grandes tienen ocho rebanadas y vienen en combinaciones como salami con cebolla de cambray; mozzarella, parmesano, brie, queso azul y aceitunas; o la sencilla fugazza de cebolla con mozarrella. No podían dejar fuera del menú las creaciones de la casa, especialmente la llamada de cancha, con anchoas, pimientos, cebolla cambray y chile serrano, una combinación de sabores que despuntan: salado, ácido, orégano y pimienta. Las puedes pedir en tamaño pizzeta por $70. Todas gozan de una masa medianamente gruesa y una salsa de tomate a la italiana, que si me preguntan, podrían llevar una cucharada más. Es momento de darle cuerda al antojo de la pizza. Toma en cuenta que si tienes reunión en casa Ecole Cua te entrega pizzas listas para hornear.
Ko Ma

Ko Ma

4 out of 5 stars
Las expectativas de la comunidad gastrónoma se dispararon a niveles peligrosos con el cierre de Biko. En ese recinto de cocina gachupa —la dichosa fusión de cocina mexicana y vasca— Mikel Alonso y Bruno Oteiza construyeron durante 10 años una historia de alta cocina para la Ciudad de México. Llegaron a convertirse en uno de los mejores restaurantes de México para el mundo, en épocas que los comensales pedíamos que los chefs se dejaran de circo, maroma y teatro y nos permitieran saborear el producto por sí solo, cocinado a la perfección. El año pasado apareció Lur, una colaboración entre Mikel Alonso y Gerard Bellver donde el comensal puede aflojarse la corbata y disfrutar de la restauración casera y relajada de dos grandes cocineros. Mientras que Biko sigue en pausa, pues la promesa de reabrir continúa vigente, en la trama del cuento inconcluso aparece Ko Ma, un par de escalones arriba de Lur en la escala de alta cocina, porque busca satisfacer igual una comida familiar o de negocios, que al foodie más empedernido. Ko Ma —cuyo nombre no tiene ningún atributo especial— se podría definir en una frase: formalidad para todos. El concepto está dividido en dos, bar y restaurante. El menú de bebidas fue diseñado por Mika Rousseau (Fifty Mils), sitio donde tus intenciones no necesariamente se tienen que inclinar a cenar, sino a apreciar el diseño arquitectónico de Ricardo Warman y beber un punto y ko ma, de ginebra y licor de violetas. El elegante, mas no aburrido comedor, con mesas