Beatriz Vernon

Beatriz Vernon

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The best speakeasies in Mexico City

The best speakeasies in Mexico City

Some of these cocktail bars have no signage, or at least unobvious signage, nor do they share their addresses on social media but you can often find them listed as some of the best bars in the world. These types of clubs prefer to hide themselves in unsuspecting places. Most of these bars have been inspired by the speakeasies and blind pigs of the 1920s Prohibition era in the United States, during which it was illegal to purchase or consume alcohol. Let yourself discover and explore these concept bars that will change your idea of an average night out on the town. 

Listings and reviews (3)

Sartoria

Sartoria

4 out of 5 stars
The place to go for handmade pasta. Period. Our ears perked up when we heard that chef Marco Carboni - from Modena, a town in northern Italy - had worked at restaurants Osteria Francescana (three Michelin stars) by chef Massimo Bottura, and Alkimia, by chef Jordi Vilà. The dishes he serves in the Roma neighborhood on the banks of the urban park, Plaza Rio de Janeiro, are traditional recipes from different regions of Italy, sure. But, the menu here stands alone not just for its flair but, also for using mostly Mexican-sourced ingredients, like vegetables from nearby Valle de Bravo or Xochimilco; all top-notch and organic. Admittedly, our expectations were raised the moment we eyed the crisp and clean design with its stunning exposed concrete arch and sepia-toned lighting. Once seated, the first plate to arrive was the gnocco fritto: impeccably inflated and delectably greasy little rectangles of fried dough stuffed with parmesan cheese foam, topped with Prosciutto di Parma and a hint of Modena balsamic vinegar; absolute comfort food perfection. Considered a street food staple in the Emilia-Romagna region in Sartoria, this starter is Chef Carboni’s pride and joy. Happy with my first choice, I decided to press on and have a go at another ace on the menu, the mandilli di seta (silk handkerchiefs), a Genoese pasta al pesto, thin and flat, served with pistachios and goat cheese cream. That’s when we had a stroke of bad luck - it was late, and they’d run out of pesto. Luckily, ther
Sartoria

Sartoria

4 out of 5 stars
Es el lugar donde la pasta hecha a mano reina. Para despertar tu curiosidad, basta con decir que el chef Marco Carboni —de Módena, al norte de Italia— ha trabajado en restaurantes como Osteria Francescana (tres estrellas Michelin) del chef Massimo Bottura, y Alkimia, del chef Jordi Vilà. Los platillos que sirve en la Roma a las orillas de la Plaza Río de Janeiro, son recetas tradicionales de distintas regiones de Italia y con algunos toques creativos. Los platillos destacan por tener ingredientes mayoritariamente mexicanos, como vegetales de Valle de Bravo o de Xochimilco, orgánicos y de la mejor calidad. Las expectativas se elevan desde que observas el diseño pulcro, con una hermosa bóveda de concreto expuesto y luz ámbar. En la mesa, lo primero en llegar fue el gnocco fritto, rectángulos de masa frita rellenos de espuma de queso parmesano, coronados con prosciutto di Parma y un toque de vinagre balsámico de Módena; infladitos, grasosos y reconfortantes. Aunque es un bocadillo popular en la escena de comida callejera de la región Emilia-Romaña, en Sartoria, ésta entrada es uno de los orgullos del chef Carboni. Feliz con la elección, decidí ordenar otro de los ases del menú, el mandilli de seda, que es una pasta genovesa, delgada y plana, preparada al pesto y servida con pistaches y una crema de queso de cabra. Mala suerte, era de noche y el pesto se había acabado, pero con otras opciones llamativas en el menú —y una selecta carta de vinos italianos, eso no fue un problema. E
El rey tuerto

El rey tuerto

3 out of 5 stars
La ópera prima de Marc Crehuet, adaptación de su propia obra teatral, es valiente y arriesgada, y no deja indiferente. Su principal virtud es que incomoda de verdad, crea desasosiego. Por un lado atmosférico, a través de la tensión que provoca cerrar una serie de personajes en un espacio único en el que late la violencia. Pero también moral. Las diferencias sociales, culturales y políticas son analizadas a través de un juego de espejos entre víctima y verdugo que remiten directamente al Polanski de 'La muerte y la doncella'. Le sobran subrayados, algún giro de guión innecesario, y la sensación de un posicionamiento ideológico demasiado manipulador. Pero aquí tenemos a Miki Esparbé y Alain Hernández para comerse la pantalla. Nos ofrece un experimento lleno de luces y sombras.