Valerian y la ciudad de los mil planetas
Llega a las pantallas la película más cara en la historia del cine francés, lista para posicionarse como una de las más taquilleras durante este verano. Valerian y la ciudad de los mil planetas, la nueva obra de Luc Besson caracterizada por un frenesí de imágenes imposibles en la realidad y de cuadros colmados de imaginación.
El filme comienza con videos de archivo de la misión conjunta Apolo Soyuz, realizada entre soviéticos y estadounidenses en 1975, al tiempo que escuchamos “Space Oddity” en la voz del starman David Bowie. Lo que viene después es la épica tarea del mayor y coscolino Valerian (Dane DeHaan) en compañía de la superpolicía y, siempre deseada, Laureline (Cara Delevingne), en el afán por descubrir y detener una amenaza universal que surge a partir de la destrucción del planeta soleado Müll.
Esta entrega de Besson se anticipaba como auténtico huracán de efectos especiales en forma de fábula repleta de acción con dosis de romance y humor, y eso es precisamente lo que el realizador galo concede al espectador: 137 minutos de artificialidad, aventura y placer.
Si James Cameron con su Avatar estimuló al cine de fantasía hacia un escalón arriba, Besson da continuidad a ese aliento al poner a su servicio toda la tecnología posible. Su nuevo filme registró 2,734 cortes con efectos especiales, y para ello, el director parisino se valió de la colaboración de un ejército de efectistas de la imagen.
La película se basa en "El imperio de los mil planetas", volumen que forma p