1. Gran Canal
Durante la temporada alta, los autobuses acuáticos que recorren el Gran Canal pueden abarrotarse de manera opresiva, especialmente durante los desplazamientos de la mañana y la noche. Evita el caos viajando por el Gran Canal por la noche; una hermosa opción, ya que todos los palacios reales se iluminan, provocando que los frescos del techo y los grandes candelabros sean visibles.
Otra forma de evitar las multitudes de turistas en el Gran Canal es contratar tu propio taxi acuático. Algunos barcos incluso sirven champán a bordo. Esta indulgencia es más costosa que el transporte público, pero es una gran idea si viajas con un grupo y deseas disfrutar del transporte acuático (a menudo es más barato que las góndolas). Los taxis acuáticos también son más cómodos para navegar por canales más pequeños y pintorescos. Además, como solo estarás con tu grupo a bordo, podrás reducir la velocidad para las fotos con la frecuencia que desees.