X-Men: Apocalipsis

En la mitad de la película, hay una escena que induce al escalofrío y dice casi todo lo que hay que saber sobre este caos de superhéroes. Estamos en 1983 y unos adolescentes mutantes salen de ver 'El retorno del jedi', y se ponen a discutir como críticos de cine de mediana edad. Uno comenta: "Pero las terceras partes siempre son las peores", y esto es una gran indirecta a la tercera película de 'X-Men', así como una forma consciente de asumir su lugar en una saga. Es una referencia desastrosa en un universo nerd.

La trama es tan vieja como las pirámides de Egipto, que es donde arranca esta historia, en el momento en el que el mutante original, interpretado por Oscar Isaac, es librado y enterrado bajo cientos de ruinas. Milenios después, alguien se deja la puerta abierta y él vuelve a la vida, dispuesto a causar estragos a la humanidad una vez más. Tendremos que poner fin a los planes del malvado villano, y esta será la responsabilidad de Mystique (Jennifer Lawrence), el Profesor X (James McAvoy) y una cantidad francamente ridícula de personajes secundarios. Esto es todo lo que os ofrecerá este isotónico mezclum de ideas mal unidas.