Una razón brillante

La historia de esta película es la de un Pigmalión mediocre y antipático. Tan antipático como el profesor Higgins de 'My fair lady'. El profesor aquí se llama Pierre Mazard, es cínico, pedante, un poco racista y bastante machista. La Eliza del cuento parisino se llama Neila Salah, es francesa de origen árabe y está orgullosa de ser precisamente mujer, árabe y francesa, y además, brillante. El encuentro entre uno y la otra en la Facultad de Derecho está encaminada a la confrontación desde el primer momento. Varias razones de interés propio los llevan a compartir un duro aprendizaje común lleno de giros más o menos previsibles y alguno de imprevisible, en una relación de la que, por suerte, está ausente el amor. A final de curso, ambos habrán aprendido dos cosas fundamentales: que las formas y el lenguaje son importantes para vivir y que la empatía y el respeto son indispensables para convivir.