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Viuda, con los bolsillos llenos de una herencia tan generosa que no sabe cómo gastar y, sobre todo, con un tiempo libre infinito, Marnie se traslada de Nueva York a Los Ángeles para estar más cerca de su hija. El problema, sin embargo, es que, lejos del altruismo, Marnie busca esencialmente escapar de sus propios problemas. 'Una madre imperfecta' propone un ejercicio interesante: dibujar el trayecto hacia la emancipación no de la hija sino de la madre. La película tiene la imperfección como una de sus principales características, pero se salva gracias a la interpretación de una Susan Sarandon que borda el papel de una madre invasiva y que encuentra en las canciones de Beyoncé una filosofía de vida. Sarandon carga todo el peso del relato en la espalda y consigue llevar la película a un terreno entre la comedia y el melodrama introspectivo, con buenos resultados.