El primo estúpido la franquicia Rápido y furioso tiene una trayectoria que se puede seguir lejos de las carreras callejeras, atracos que desafían la gravedad y Hummers que se lanzan en paracaídas desde aviones. Si eres un conductor o mueres por este tipo de cosas, Rápidos y furiosos: Hobbs & Shaw, el primer spin off, no te decepcionará, incluso cuando se desvía aún más en una increíble comedia de espías para salvar el planeta.
Dwayne Johnson y Jason Statham, respectivamente como el agente antiterrorista Luke Hobbs y el meticuloso peleador Deckard Shaw, no tienen la química suficiente para un flujo constante de insultos a fuego lento, muchos de los cuales duelen maravillosamente. Como debe ser, la trama los une en contra de su voluntad, siguiendo el rastro de del programa Snowflake, un apocalipsis programable que busca Brixton Lore (Idris Elba), un agente convertido a terrorista
Dirigida por el exdoble de Brad Pitt, David Leitch, la película se esfuerza por dar monólogos de redención a múltiples personajes, casi tan divertido como encontrar un cabello en las palomitas. Pero cuando se trata de una persecución callejera en Londres, lo hace de manera efectiva.