Los Locos Addams

Esta (re)animación comienza cuando el clan Addams es expulsado de su ciudad por una mafia que empuña una horca y busca un lugar horrible y corrupto para hacer sus negocios. Ellos optan por irse a Nueva Jersey. Es uno de los pocos gags decentes (para los estadounidenses, al menos) en una comedia animada que apenas se desborda con el ingenio macabro que hizo de Los Locos Addams 1 y 2 de Barry Sonnenfeld, deleites tan macabros en los noventa. A pesar del reparto estelar de voz, su celebración de extraños incomprendidos es demasiado genérica.

Para los puristas de Los Addams, la apariencia de los personajes es fiel a los originales: Morticia delgada como un lápiz (con la voz de Charlize Theron) y el regordete Homero (Oscar Isaac), pero esa agradable sensación de antigüedad se desvanece rápidamente con la animación de aspecto económico. La historia no es mucho más sofisticada. Implica la persecución de la ultraconformista Asimilation, una intrigante estrella de televisión de mejoras para el hogar.

Los codirectores Greg Tiernan y Conrad Vernon encuentran una forma ordenada de presentar el tema y divertirse con la mansión de asilo embrujada de la familia (Morticia les sirve el café de la mañana a través del baño), pero con esto estándares icónicos de la familia, hay una escasez real.