Los 50 son los nuevos 30

Valerie Lemercier compone una comedia en torno a las presiones externas (trabajo, amor, físico) a las que se tienen que enfrentar las mujeres a partir de la mediana edad. Lástima que la directora parezca estar más preocupada por insertarse dentro de los moldes de la 'romcom' más convencional que en realizar un retrato femenino complejo y sólido. A la protagonista no le interesa volver a conquistar su identidad e independencia después de su ruptura matrimonial, sino encontrar de nuevo una pareja. En efecto, nos encontramos ante una película que se sitúa al borde del anti-feminismo y del ensalzamiento de los valores retrógrados a través de toda una serie de clichés. Y si funcionan muchos de sus gags es gracias al buen hacer de un elenco de actores estupendo.