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La primera imagen de 'Las furias' te pone en guardia: histriónica, exagerada, algo ridícula. El film que viene después demuestra que estos tres adjetivos, como si fueran las tres furias, definen el conjunto. Una familia en desintegración con un padre con Alzheimer, una madre que ha decidido ser lesbiana a los 60 años, tres hijos que se llaman Héctor, Casandra y Aquiles, y una nieta más bien extraña. Todos ellos se encuentran un fin de semana en una gran casa en la costa. Lo mejor es el conjunto de actores que ha reunido el debutante director Miguel del Arco, más conocido hasta ahora como dramaturgo. Lo peor es que a veces el equipo se le escape de las manos. Quizás al teatro este drama de pasiones funciona mejor. Pero el cine pide un modo de narrar diferente.