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¿De qué manera afrontamos nuestras historias de amor y las convertimos en relatos a conveniencia? Jonás Trueba lleva ya cuatro películas reflexionando sobre estas cuestiones, y si en 'Los ilusos' (2013) y 'Los exiliados románticos' (2015) se preguntaba por la validez de los mitos que construimos alrededor de las fantasías amorosas, con este cuarto largometraje va aún más allá, y se dedica a investigar el papel del paso del tiempo, de la memoria y del recuerdo a la hora de saber qué significa estar o haber estado enamorado. En efecto, 'La reconquista' no es tanto una comedia romántica como una interrogación apasionada sobre la manera en que estas historias condicionan nuestras vivencias.
Dos jóvenes se reencuentran muchos años después de haber vivido una intensa historia de amor adolescente. Esto hace que él la rememore en busca de algunos detalles decisivos, a través de una carta que se escribieron en el instituto. Trueba filma esta trama como si se tratara de un laberinto sentimental, se mueve adelante y atrás para localizar el gesto preciso, el momento concreto en que pasó algo. Y tanto el 'flashback' como el film entero parecen finalmente pequeñas fantasías que salen más de su cabeza que de lo que realmente pasó o está pasando. Una película bellamente emotiva y rigurosa, quizá la mejor hasta ahora de su autor, que termina hablando de los gozos del amor, sí, pero también del dolor que provoca.