¿Dónde se encuentra la frontera entre la ayuda desinteresada y la obsesión? Esta es la pregunta que plantea el drama de Sara Colangelo, adaptación de una película israelí. La profesora Lisa Spinelli (Maggie Gyllenhaal) es una mujer, madre y esposa, un poco insatisfecha, volcada en las clases de poesía que imparte el carismático Simon (Gael García Bernal).
Todo cambia cuando escucha a Jimmy (Parker Sevak), alumno suyo de seis años, recitando un poema que ha escrito. Se convence que es un prodigio y cree que debe fomentar su talento, a cualquier precio. La directora evita respuestas fáciles mientras Lisa va cada vez más a fondo para aclarar si Jimmy es o no es un genio. Quizás su verso solo tiene esa absurdidad encantadora de la infancia y Lisa y sus amigos son unos pseudointelectuales por el hecho de admirarlo. ¿O es que Jimmy quiere realmente ser un poeta protegido? En la obsesión de Lisa hay sombras de 'Amadeus', con el añadido de que en este caso hablamos de un adulto que explota un niño.
Colangelo se centra en el personaje de Lisa mientras persigue su pasión por la excelencia, encaminada al desastre. Estamos ante una película que ofrece una mirada poderosa sobre las grandes expectativas que ponemos sobre los niños y las inevitables decepciones de la vida adulta. También funciona como un buen recordatorio para estar alerta en cuanto al equilibrio de ambos.