La clase de esgrima

Es muy interesante comprobar que en la vieja Europa salen nuevas cinematografías. Estonia, una de las repúblicas soviéticas que reencontró su categoría de nación independiente después de la caída del muro de Berlín, está demostrando que tiene un cine muy vivo, preocupado por recordar qué significó para el país báltico la ocupación soviética y la tiranía estalinista durante más de 45 años. Basada en una historia real, la del espadachín Endel Nelis, exiliado en un pueblo donde pasa desapercibido dando clases de esgrima en la escuela local, el filme no esconde su denuncia de la represión política, pero se centra más en la sencilla descripción de la relación de Nelis con una joven profesora y con los alumnos. No es una historia innovadora, pero sí resulta conmovedora, y nos habla de la recuperación de la dignidad.