La chica dormida

Reseña

La chica dormida

3 de 5 estrellas
Finales de los 70. Y final de la infancia para Greta, que está a punto de cumplir quince años y decir adiós a la inocencia.
  • Cine
  • Crítica de Time Out
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Time Out dice

¡Qué miedo da cumplir quince años! Si además, eres la nueva del instituto, tu único amigo parece haberse escapado de una película de Todd Solondz, tus padres amenazan con celebrar una fiesta en tu cumpleaños y el bosque brama desde las tinieblas para tragar tu infancia, ya puedes empezar a temblar.

Greta atrae todos los clichés de las 'teen movies', pero –es cosa del cine de las antípodas– desde el principio sus peripecias se impregnan de un extrañamente perturbador: el formato cuadrado cierra con llave la angustia hormonal de los personajes, representada por un plano secuencia de presentación de lo más inquietante. Los filmes de Wes Anderson parecen el modelo preferido de 'La chica dormida' antes de convertirse en una versión lynchiana de 'En compañía de lobos'. Los cambios de tono y registro no siempre son del todo acertados, pero por muy obvio que resulte el viaje de esta Alicia con pantalones de campana, su metamorfosis de gusano a mariposa es tan vistosa como entrañable.

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