La cabaña siniestra
Foto: Cortesía de la producción

Reseña

La cabaña siniestra

3 de 5 estrellas
Una película antinavideña para esta temporada, con cultos, niños siniestros y sangre
  • Cine
  • Crítica de Time Out
Anaid Ramírez
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Time Out dice

Si hubiera que instalar La cabaña siniestra (The Lodge) en un universo de cuentos de Navidad, definitivamente entraría en la misma galaxia que Krampus y Gremlins. Sin embargo, bien podría ser una mezcla de éstas con Mi pobre angelito y algo más oscuro; porque, claro, al tratarse de un filme de Severin Fiala y Veronika Franz, no puedes esperar una comedia.

La cabaña siniestra podrá ser esto, pero especialmente es la cinta en la que la dupla de cineastas reafirma su estilo y los temas que busca retratar en su cine. Así como en Dulces sueños y Mamá, Franz y Fiala construyen el relato con pocos personajes: dos niños y una mujer adulta, para confrontar a los pequeños con una figura materna desconocida, incógnita y atemorizante.

Esa construcción es suficiente para comenzar a tejer un relato de horror psicólogo, en el que los realizadores ya demuestran dominio. Ellos saben que antes de mostrarnos el rostro de Grace, la futura madrastra de los pequeños protagonistas, tienen que revelarnos su tormentoso pasado, de niña fue noticia, al ser la única sobreviviente de un culto religioso suicida.

El rostro de Grace no podría ser más angelical, con Riley Keough interpretándola, pero para cuando lo encontramos ya es demasiado tarde y sus gestos sólo pueden causarnos suspicacias: ¿está totalmente recuperada de los traumas de su infancia?, ¿tiene alguna mala intención hacia los niños?, ¿puede perder la cordura en cualquier momento?

Después de que los niños quedan huérfanos ante la depresión de su madre y culpan a la nueva novia de su padre (Richard Armitage), éste cree que es buena idea hacerlos convivir en una cabaña aislada los días previos a la Navidad, mientras él resuelve unas cosas del trabajo.

Fiala y Franz calculan cada encuadre, sombra y sonido para confundirnos entre la realidad y la somnolencia, entre lo tangible y lo inmaterial; todo tan fríamente calculado que, por desgracia, algunas acciones que prometían ser puntos de quiebre ya avanzado el filme, terminan por ser predecibles y restan impacto a la revelación final del relato.

A pesar de esto, La cabaña siniestra consigue su cometido de mostrar los alcances de la vulnerabilidad —tanto de los pequeños como de Grace— y hacernos sentir horror ante el mundo material… Especialmente de los niños.

Detalles del estreno

  • Duración:108 min.
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