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Toda historia de amor juvenil lleva implícita una detonación de efecto retardado con la forma de la ruptura o del rechazo. Es este momento de tristeza oceánica lo que interesa a Philippe Lesage, que en 'Génesis' muestra la iniciación en el desencanto de dos hermanastros, Guillaume y Charlotte, que siguen trayectorias diferentes pero con ecos reveladores. El cineasta comunica su desorientación con las palabras justas y gestos que no cargan las tintas ni siquiera en los instantes más terribles. Y como si se tratara de un relato corto incluido tras una novela, añade un tierno epílogo en un campamento de verano, narrativamente independiente pero emocionalmente afín, donde recupera al protagonista de una película anterior, 'Los demonios'.