Eternal

Desde su primera película, 'La celda', Tarsem Singh ha demostrado ser un director con una capacidad visual portentosa, excesiva, llena de hallazgos e imaginación. 'The Fall. El sueño de Alejandría 'contenía pura esencia fabuladora, 'Inmortales' destilaba su vertiente más 'kistch' y 'queer' y 'Blancanieves' era una auténtica golosina estética. Sin embargo, con su quinto trabajo, 'Eternal', el realizador parece haberse plegado a los designios de la industria de Hollywood. Aquí no encontraréis ninguno de sus rasgos de estilo. La película se ve lastrada por el elemento formulario y la pereza narrativa. El guión de los hermanos Pastor parece fruto de un refrito de ideas mal ordenadas del cine de ciencia-ficción, desde 'Cara a cara' a 'Abre los ojos', pasando por referencias un tanto manieristas a la saga 'Bourne' y , por supuesto, a 'Plan diabólico', de John Frankenheimer. Aburrida y lánguida, hecha sin fuerza ni esfuerzo.