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Michel Franco ya había llamado la atención de muchos cinéfilos al igual que de varios críticos cinematográficos con películas como Después de Lucía y esto se repitió durante la pasada edición del Festival de Cine de Cannes, cuando ganó el premio a Mejor Guión gracias a El último paciente: Chronic. Casi un año de aquél mérito, el director mexicano por fin estrena su más reciente cinta.
Abordando de manera realista y directa un tema tan delicado como lo es una enfermedad terminal, Michel Franco hace uso de ese estilo narrativo y visual -con tomas fijas e iluminación natural- que caracteriza a sus filmes para contar la historia de un hombre muy dedicado a su trabajo, así como para hacernos parte de su día a día como un enfermero que lo da todo por aquellas personas a las que cuida mientras una enfermedad grave los consume poco a poco.
El último paciente: Chronic es una narración cruda y sin contemplaciones que gira en torno de un personaje cuya única motivación es la de atender a los enfermos que lo necesitan y que llenan en él un vacío interno el cual, al parecer, no puede ser llenado de ninguna otra forma. El resultado es interesante gracias a la interpretación de parte de Tim Roth, a quien vemos completamente convertido en alguien que se entrega a los demás a niveles muy intensos.
La película sobresale por la estructura de su guión y por tener propuesta dramática muy humana. Sin embargo, no es perfecta y es probable que el principal punto en su contra sea su ritmo lento y de momentos se torna pesada.