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Alma tiene veinte años, vive en el campo con sus padres y su abuelo. El abuelo está perdiendo la memoria, pero tiene dos raíces: a Alma y un olivo centenario. El día en el que los padres deciden vender el olivo, el abuelo empieza a morir. Y Alma no lo puede consentir. Esta es la preciosa historia de 'El olivo', la nueva película de Icíar Bollaín. 'El olivo' tiene dos partes: una respira un aliento poético y la otra, que ocupa el último tercio del film, tiene un tono reivindicativo y de denuncia de la explotación del medio ambiente por parte de las multinacionales. La directora intenta no perder en ningún momento el punto de vista de la protagonista, y le sale un proyecto difícil de clasificar, entre el cine político y lo poético, la comedia y el drama. Y lo mejor de todo es que deja que cada espectador decida con qué lectura se quiere quedar.