El día que vendrá

Hollywood suele clasificar a sus personajes como si estuvieran hechos en blanco y negro: los buenos son buenos y los malos son malos. Por eso la trama de 'El día que venderá', un drama de posguerra con un buen reparto, es provocadora en su exploración de las áreas grises de la moralidad humana.

Estamos en el año 1945, y la guerra acaba de terminar. Una mujer británica, Rachael (Keira Knightley), viaja a Alemania para reencontrarse con su marido, Lewis (Jason Clark), un coronel que carga el peso de tener que reconstruir un país hundido. En lugar de convertirse en un interrogatorio de culpa y colaboración con el legado tóxico del nazismo, la trama de este film es un relato sobre la tentación, la lujuria y la aflicción reprimida. A menudo, sin embargo, la trama peca de superficial y se acerca a la telenovela.