El círculo

El cine lo intenta. Una y otra vez. Se ha obsesionado en retratar el mundo en el que vivimos, un mundo líquido, condicionado por las nuevas tecnologías, por la preponderancia de internet. El problema de este mundo virtual e intangible es que es difícil de capturar con una cámara. Por eso, películas como 'El círculo' resultan tan frustrantes, porque intentan poner en imágenes un universo que es, en esencia, intangible. Aquí, internet y las redes sociales se materializan a través del Círculo, una marca que ofrece todo tipo de servicios tecnológicos. Es el sueño de cualquier usuario. O, tal vez, su peor pesadilla, ya que la idea de libertad esconde un afán de control. La empresa que retrata funciona como reflejo de compañías como Facebook o Apple: el edificio, de forma circular, se parece a las nuevas oficinas de los creadores del iPhone. Y su jefe, interpretado por Tom Hanks, hace discursos mesiánicos como los de Steve Jobs. Una película llena de lecciones y de diálogos que han de explicar lo que no se puede representar en imágenes.