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Imagina que a los 16 años de edad tienes que huir con tu familia de una guerra civil y abandonar a la persona que amas. La directora Aalam-Warqe Davidian recrea esta situación en su cinta El árbol de higo, película ganadora al Premio a la Mejor película dirigida por una mujer en el Festival Internacional de Cine de Toronto, en 2018.
La cinta toma lugar en Etiopia, durante 1989 y narra la vida de Mina, una joven judía que junto con su abuela y su hermano, planean huir hacia Israel para encontrarse con su madre, pero esto se interpone con sus planes de estar con su novio Eli, un joven cristiano que vive oculto en una higuera por miedo a ser reclutado.
Mina se encuentra divida; sentimos su impotencia al querer salvar a Eli y el enojo de su familia por su imprudencia al intentar salvarlo. Además, percibimos el miedo de Eli, que no quiere ser reclutado.
“La vida aquí es un infierno, pero tenemos que ganarle al infierno, ¿no es así?”, se escucha en la cinta, lo que refleja perfectamente la angustia constante en la que se encuentran las mujeres etíopes por el miedo a que recluten a los hombres de su familia.
Esta historia se basa en las memorias de la cineasta, quien tuvo que abandonar su país a los 11 años de edad por la guerra. Gracias a su experiencia, todo lo que ocurre dentro de la película tiene una forma muy sentimental y se en siente real. El árbol de higo muestra lo crudo de la guerra y las medidas que toman las personas para sobrevivir, generando una reflexión sobre la situación migratoria que se vive alrededor del mundo.