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La disección quirúrgica del ego masculino de Ruben Östlund en Force Majeur (2014) obtiene una revisión más amplia, desigual y americanizada en Cuesta abajo. Protagonizada por Julia Louis-Dreyfus (que también produce) y Will Ferrell, en la primera mitad, la película actúa como un experimento sociológico al poner a prueba a un matrimonio, obligándolos a enfrentar sus propias deficiencias; en la segunda parte funciona como una comedia retorcida en la que se producen conversaciones incómodas, del tipo humillaciones en público.
El motor del filme es un momento durante unas vacaciones en las que Pete (Ferrell) huye de una avalancha, dejando solos a su esposa Billie (Louis-Dreyfus) y a sus dos pequeños hijos. Cuando la nieve se ha asentado, se quedan con diferentes interpretaciones de lo que sucedió. Las ruptura llega cuando la familia intenta, y no logra, sacudir el incidente.
Donde Force Majeure se debate cuidadosamente entre la comedia sutil y los momentos dramáticos más oscuros, esta versión (coescrita por los directores Nat Faxon y Jim Rash) socava la tensión lenta al hacer que sus personajes expliquen repetidamente sus sentimientos. Esto funciona una vez, en una larga escena con amigos de Pete —interpretados por Zach Woods y Zoë Chao—. La conversación comienza con una charla cortés entre las parejas sobre sus vacaciones europeas, solo para convertirse lentamente en Pete y Billie gritando y llorando frente a sus invitados atónitos. Esta confrontación insoportable de 11 minutos es sin duda la mejor escena de la película. Sin embargo, en otros puntos, los conflictos en Cuesta abajo carecen del desorden necesario. Las disculpas de Pete son demasiado simples; las sugerencias de Billie para solucionar sus problemas son muy triviales.
Rash y Faxon amarran la historia con humor sexual, incluida una secuencia extendida con un instructor de esquí atractivo que le permite a Louis-Dreyfus algunos de sus momentos más divertidos. Pero al agregar personajes tontos como Charlotte (Miranda Otto), una trabajadora de hotel promiscua, la realidad necesaria para dar a las acciones de la pareja un peso real se pierde. Cuando Cuesta abajo funciona, es porque la dinámica entre Louis-Dreyfus y Ferrell se siente notablemente cargada. Aunque la mayoría de las veces esta nueva versión se atasca en la nieve.