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Un agente de la CIA es asesinado y las altas instancias deciden transplantar sus recuerdos en la mente de un preso violento e irracional, para preservar una información importante. ¿Qué podía hacer el director israelí Ariel Vromer con una trama tan absurda? La mejor opción hubiera sido directamente llevarla al extremo, convertir la acción en un ejercicio de estilo tipo Brian De Palma o John Woo, y al personaje del bruto en un pobre pelele empujado a la tragedia. Pero, justo al contrario, 'Criminal' se obstina en explicar su historia con un cuidado digno de mejor causa y finalmente no deja de ser un thriller simplista y rutinario. Queda la interpretación de Kevin Costner, quizá en uno de sus mejores papeles, que consigue dotar de inusual humanidad a su personaje y se encarga de transmitir intensidad y pasión a buena parte de la película.