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Hace pocos años, David Arratibel contempló como la mayor parte de su familia se convertía progresivamente al catolicismo a pesar de que la religión no había tenido una presencia importante en su casa. Primero el cuñado, después la hermana mayor, la madre y finalmente la hermana pequeña. Desde cierta perplejidad, Arratibel convierte esta película en una forma de aproximarse a la fe de los parientes, con quien no había hablado antes de este tema. 'Converso' visibiliza así este elefante blanco en la habitación: la creencia religiosa de los que nos son más cercanos. Desde el agnosticismo, el director escucha el proceso de conversión de cada uno de ellos sin cuestionar su opción. Algunas preguntas que no se plantean nunca se ciernen sobre el film, más teniendo en cuenta que los protagonistas son de una ciudad donde tiene tanto peso del Opus como Pamplona. Pero Arratibel prioriza su reconexión a través del cine con su familia desde esta vertiente espiritual que él no comparte pero quiere entender.