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En todos los países donde hay gobiernos dictatoriales se hace una especie de cine oficial, al servicio de las ideologías dominantes. En España hemos tenido muchos ejemplos. En Cuba también. Y dentro de esta corriente, los films con niños siempre han dado mucho juego. Y si además se cubre con una tenue, muy tenue, pátina de crítica social, todavía mejor. Esto es 'Conducta’, un film destinado a mostrar las virtudes de las abnegadas maestras cubanas entregadas a sus alumnos por encima de una burocracia demasiado rigurosa, pero en el fondo necesaria.