Coco

Cada película de Disney / Pixar parece estar llamada a convertirse en un gran evento tanto cinematográfico como social. Coco se ambienta en la festividad del Día de los Muertos y la fascinación macabra que genera para recoger todo el color, el sabor del folclore y las tradiciones mexicanas. Y lo hace de manera respetuosa, consiguiendo que el pintoresquismo local no sea sino un vehículo para hablar de temas universales como el sentimiento de pérdida, la necesidad de perseguir los sueños luchando por aquello en lo que se cree y la familia. Quizá este último punto es el más controvertido dentro de una película que se encarga hasta la saciedad de subrayar los valores tradicionales por encima de la libertad individual de un niño que sólo intenta reivindicar su identidad a través de la música.