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Tras la fachada de película indie colorista con Viggo Mortensen, 'Captain Fantastic' propone una reflexión muy oportuna sobre si queda lugar para la utopía en el mundo actual. Los protagonistas, un padre y sus seis hijos, han aprendido a sobrevivir aislados en la naturaleza lejos de una civilización que consideran decadente. La familia se organiza como una comuna autónoma de izquierdas y, por ejemplo, celebra el Día de Noam Chomsky en lugar de la Navidad. Su reintegración en la sociedad marca los límites, las contradicciones y los triunfos de esta educación alternativa. Matt Ross consigue colar citas a Marx y Trotsky en un filme que conecta muy bien con el público porque sirve el debate ideológico a través de una emotiva comedia dramática en torno a esta familia excéntrica a medio camino entre la versión contracultural de los Trapp y la variante cuqui de 'La costa de los mosquitos'.