Una gloriosa, exasperante y absurda farsa renacentista. Monjas sexualizadas, iconos religiosos convertidos en juguetes sexuales ... Los detalles son salvajes, pero esta historia es majestuosa de una manera bastante poco interesante. Benedetta -un personaje basado en una historia real- es monja y afirma que tiene conexión directa con Jesús. Esta relación pondrá el convento boca abajo, sobre todo porque sus milagros son paralelos al asunto que desarrolla con una joven novel, Bartolomea. La joven suscitará susurros dentro de la orden, pero la adulta se abrirá paso entre sus compañeras y llegará a ser la nueva Reverenda Madre.
Entre el erotismo y el humor, y sin ninguna sutileza, las provocaciones del director son percibidas como un intento de provocar los conservadores, que quizá habrían reaccionado con furia hace 30 o 40 años. Hoy en día, sin embargo, Benedetta convierte en un comentario divertido y evidente sobre el poder y la corrupción. Si buscas una mirada más profunda, saldrás decepcionado.