Beast

Inquietante y perfectamente hilada, la película debut de Michael Pearce os tendrá con las uñas clavadas en la tapicería de la butaca. Porque es un thriller de ritmo eléctrico, porque hay un asesino en serie, pero también porque tiene una atmósfera de cuento de hadas que a menudo, sin previo aviso, deriva en el terror gótico. Cuando crees que ya has entendido las normas de juego, da un giro y te lleva en una nueva dirección. En el corazón de la historia está el personaje de Jessie Buckley, Moll, una chica de 20 años que vive bajo el peso de un error que cometió en el pasado y que su madre sigue echándole en cara. Su vecino Pascal (a quien encarna el músico Johnny Flynn) le propone una manera de escapar de todo esto, con un plan que incluye peligro y emoción. Pero... ¿quizás es él el auténtico asesino? La pareja protagonista es pura intensidad, con Flynn rociado de carisma folk y Buckley haciendo que un papel muy difícil parezca hipersencillo. En 'Beast' encontraréis mucho más que un simple 'whodunnit'. Bajo su superficie hay un retrato social de la clase media, tratado con saña.