Con la excepción de sus colaboraciones con Almodóvar, el cine no ha tratado muy bien el talento de Lluís Homar. Difícilmente será 'Anomalous', un thriller de connotaciones sobrenaturales y vuelo bajo, la pieza que reoriente la suerte fílmica de una de las grandes figuras de nuestra escena teatral.
En 'Anomalous', Homar interpreta a un psiquiatra interrogado a propósito del suicidio de uno de sus pacientes, un esquizofrénico que vivía atormentado por las voces que escuchaba dentro de su cabeza. Previsiblemente, este hecho trágico esconde varias capas de mentiras, que el film va revelando con escasa convicción. Una pereza mal disimulada por una cámara con tics ampulosos que no logran contrarrestar la bidimensionalidad de unas imágenes que ni siquiera se preocupan de crear una textura diferenciada entre la ficción y el videodiario grabado por el joven inestable.