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Sorpresa, sorpresa. 'Annabelle: Creation', la película destinada a explicarnos el origen de la siniestra muñeca Annabele, es mejor de lo que muchos pensábamos. De entrada, supera a su predecesora. El director, David F. Sandberg, ha sabido aprovechar un guión inocuo para crear interesantes escenas de terror. De hecho, Sandberg explota la herramienta preferida de James Wan, el genio detrás de las sagas de 'Insidioso' y de 'Expediente Warren': la de utilizar el fondo del plano para que, de las profundidades, aparezca el susto. La peor parte de 'Annabelle: Creation' es la historia. La mejor es que nos deja memorables imágenes de terror: unos dedos que se retuercen mientras cogen con fuerza un crucifijo, la sombra de una niña que se transforma en el diablo, o los dos pisos de una litera en la que, en la parte superior hay una niña asustadísima y, en la de abajo, una presencia demoníaca.