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Hay muchas razones para huir de la sociedad, pero los tres directores catalanes que se han unido en este proyecto inclasificable han escogido siete que podrían ilustrar los siete pecados capitales de nuestro mundo contemporáneo. He dicho inclasificable y efectivamente esta es una película difícil de definir. No tanto por su estructura episódica –hay antecedentes cercanos como 'Una pistola en cada mano', de Cesc Gay, o 'Llueven vacas', de Fran Arráez–, sino por el tono. ¿Es una comedia negra? Sí, pero no es exactamente eso.
El nombre de Luis Buñuel es el referente principal. El Buñuel de 'El ángel exterminador', de 'Simón del desierto', de 'El discreto encanto de la burguesía', películas que congelan la sonrisa en los labios, como lo hacen los protagonistas de estas extrañas historias. Reunir el extraordinario elenco de actores que tiene el film no ha sido tarea fácil. Ellos son los encargados de hacer que sus absurdos y profundamente odiosos personajes sean creíbles, aunque las cosas que hacen y dicen no sean nunca realistas. La familia, la solidaridad, la propiedad, el orden, el trabajo, el progreso y el compromiso son los temas que centran cada episodio. Todos tienen un punto de provocación, todos ponen en cuestión valores de la sociedad. Y todos, sin excepción, transgreden lo políticamente correcto sin parpadear. Un film que tras su capa de humor negro, nos hace conscientes del mundo en que vivimos.