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El mundo está metido en una guerra extraña. Sin enemigos claros, sin trincheras. Con batallas aisladas. Como este asalto que la noche del 11 de septiembre de 2012 sufrió una delegación fantasma de la CIA (se supone que no existía) en la ciudad libia de Bengasi. Seis soldados de las fuerzas especiales (que también se supone que no existían) hicieron frente a una multitud de ... Enemigos? Patriotas ?, Terroristas? Nadie sabía muy bien cómo definir toda aquella gente enfurecida que tras acabar con Gadaffi quería acabar con los americanos. Espectacular en sus secuencias de acción, el filme de Michael Bay cae un poco en los tópicos del género: sentimentalismo y amistad de estos buenos héroes militares que no soportan que un estúpido y creído jefe de la CIA les mande. Basada en el relato de los auténticos protagonistas de los hechos. Me pregunto qué habrían hecho Robert Aldrich o Samuel Fuller con una historia como esta.