Cuenta la leyenda que una de las mujeres más hermosas de Bilbao cruzaba cada día la ría en bote levantando pasiones entre los hombres del antiguo astillero. Viendo el revuelo, el capataz decidió regalarle un coche para que no tuviera que pasar por allí. Esta mujer se llamaba Carola. Hoy en día una enorme grúa roja se mantiene en ese lugar para que no olvidemos el pasado naval de nuestra ciudad. El nombre de la grúa no podía ser otro: Carola.
Grúa Carola
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