Los arcos comunicantes
Mantener conversaciones imposibles a través de los arcos que conforman el acceso al museo de las Artes y las Ciencias ya es tradición para sus visitantes. Y es que Calatrava jugó con el sonido a la hora de definir la estructura de estos arcos y consiguió crear una experiencia sorprendente: la posibilidad de mantener una conversación fluída a casi 50 metros de distancia. Esto sucede porque las ondas de sonido de la voz se canalizan a través de su estructura en forma de arco hasta llegar directa al oído de la otra persona.