Está claro: si existe un lugar en el que los niños se divierten y juegan como en ningún otro sitio, es en los parques. Y en el Parque del Alamillo tienen nada menos que 120 hectáreas para poder correr y saltar sin que nada ni nadie les coarte. Dividido en diferente espacios, el gran pulmón verde de Sevilla cuenta con zona de juegos infantiles, con restaurantes, huertos, dos lagos en los que practicar actividades acuáticas como cable-ski o kayak e incluso con una zona de adiestramiento canino. El lugar ideal para disfrutar de una jornada de picnic y aprender a vivir en contacto con la naturaleza. ¡Estupendo para que los niños desfoguen toda su energía!