Desde la Plaza de Alfaro hasta la Calle Vida, el Callejón del Agua es uno de los lugares más peculiares de toda la ciudad. En primer lugar, porque se trata de un adarve, esto es, una calle que circula junto a la muralla que rodeaba Sevilla en la antigüedad. En segundo lugar, porque en su interior existieron –y se mantienen hasta hoy día- dos tubos por los que se transportaba el agua desde los Caños de Carmona hasta los Jardines del Alcázar. Se trata de uno de los callejones más fotografiados por los viajeros que recorren el Barrio de Santa Cruz debido a su singularidad y belleza. Justo en el punto donde acaba la calle, un arco da paso a los famosos Jardines de Murillo.
Time Out dice
Detalles
Discover Time Out original video