Barrio de Triana

Merece la pena ir a Triana por contemplar las alegres fachadas de colores de la Calle Betis a la orilla del Guadalquivir. Por pasear por sus calles y respirar la esencia del barrio. Por entender el por qué precisamente en este lugar surgió el germen de artes tan destacados como el flamenco o la cerámica. Por charlar con su gente y entender el sentimiento que les hace reconocerse como trianeros antes que sevillanos. Visitar Triana supone recorrer la calle San Jacinto, visitar la Capilla de los Marineros y admirar la Esperanza de Triana. Contemplar la Giralda desde el Altozano y conocer la mítica calle Castilla. ¿Un momento único? La famosa Velá de Santa Ana, que se celebra en la calle Betis cada verano, es perfecta para entender el por qué Triana es tan especial.