Chateau in Pierrefonds, France
Photograph: Shutterstock
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Los 14 pueblos más bonitos de Francia

No debería sorprenderos escuchar que este lugar está lleno de las mil y una maravillas. ¿Los pueblos más bonitos de Francia? No busquéis más

Ellie Walker-Arnott
Traducido por: Sofia Alonso Wilson
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Algunos destinos se visitan por la comida. Otros, por la cultura. En Francia te llevas todo esto y más, pero si estáis buscando un lugar digno de postal que os haga sentir como si estuvieráis en una comedia romántica, tenéis que elegir alguna de sus villas más encantadoras.

Los pueblos de Francia están colmados de lugares preciosos, de paseos tranquilos junto al río, dulces tiendecitas de baratijas, impresionantes iglesias y torres y toneladas de ruinas románticas. Ciudades como París y Lyon pueden llevarse toda la atención, pero no os olvidéis de estos lugares más pequeños. Advertencia: aquí el romanticismo se toma muy en serio, así que preparaos para que el verdadero amor esté esperándoos en cualquier esquina. Seguid leyendo nuestra guía de los pueblos más bonitos de Francia.

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1. Hunspach, Alsacia

Era de esperar que Hunspach recibiera tanto amor. Este pequeño asentamiento cerca de la frontera alemana está lleno de casas históricas de entramados de madera, persianas ordenadas y cajas de flores de colores brillantes. Deslumbrante y, al mismo tiempo, sereno. Algunos de los hogares, incluso, tienen una característica especial: paneles de vidrio curvados, que permiten a los residentes ver sin ser vistos. Muy útil, la verdad.

2. Cargèse, Corsica

¿El pueblo más bonito de Corsica? Cargèse podría llevarse la corona. La comuna alberga dos hermosas iglesias (una latina, una griega) que parecen estar en una constante batalla de gallos, sobresaliendo sobre el Golfo de Sagone y formando una de las vistas más fotogénicas en una isla que está llena de ellas. Añadid las tres torres genovesas sobre el escenario; el resultado es realmente especial.

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3. Aubeterre-sur-Dronne, Charente

Aubeterre-sur-Dronne es amado por sus hermosas casas, organizadas inmaculadamente por algún tipo de deidad arquitectónica: un nombre perenne en la cima de las listas de 'Pueblos más bonitos'. Aubeterre es una cinta transportadora de impresionantes balcones de madera; aunque los visitantes curiosos deberían asegurarse de bajar a tierra y dirigirse hacia la fascinante Iglesia de San Juan, la iglesia cueva más grande de Europa.

4. Pierrefonds, Oise

Sentado, con orgullo, sobre la comuna de Pierrefonds está su homónimo Château, un impresionante castillo medieval reconstruido sobre el lugar que ocupaba un castillo aún más antiguo, de Luis I de Valois. No es sorprendente que sufriera graves daños durante la Guerra de los Cien Años, solo para ser comprado -por una miseria- siglos después por Napoleón, momento en el que se convirtió en una de las ruinas más románticas de Francia. Muchas películas y programas de televisión han filmado escenas aquí, por razones más que obvias.

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5. Les Anses-d'Arlet, Martinique

Les Anses d’Arlet es un pequeño pueblo y comuna en la isla tropical de Martinique y la definición de postal perfecta, con sus playas de arena, fondos verdes y su encantadora arquitectura. De hecho, la Iglesia de San Enrique de Les Anses d’Arlet es una de las iglesias más pintorescas del mundo francófono.

6. Saint-Bertrand-de-Comminges, Haute-Garonne

Originalmente establecida como una colonia romana por el general Pompeyo, Saint-Bertrand-de-Comminges ha visto mucha historia a lo largo de los años. Hoy en día está catalogado como Patrimonio Mundial de la UNESCO, más interesado en dar la bienvenida a los visitantes que en repeler a los invasores. Visitarlo es lo más parecido a un viaje en el tiempo que podéis encontrar: un pueblo perfectamente inmóvil, entretenido en sus quehaceres, enamorando a cada rincón.

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7. Chablis, Yonne

Muchos lectores estaréis familiarizados con la magia del vino Chablis, pero ¿sabíais que el pueblo del que proviene es una pequeña maravilla por derecho propio? Evidentemente que las bodegas son el centro de atención, pero aquellos que hacen un viaje a este pequeño pueblo en el centro-norte de Francia encontrarán en él un sinfín de preciosos recovecos para disfrutar del día.

8. Batz-sur-Mer, Loira-Atlantique

Ubicado en una antigua isla que solía estar separada del continente, Batz-sur-Mer es ahora la joya de la corona de la salvaje península de Guérande. El museo de los estanques de sal es uno de los más antiguos del país y ofrece una curiosa visión de la importancia de la sal en el desarrollo de la humanidad; mientras que la comuna en sí se encarga de ofrecer vistas pintorescas a cada esquina.

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9. Giverny, Normandie

Al hablar de Giverny, la conversación va a parar, de inmediato, al famoso trabajo de Claude Monet. El famoso impresionista vivió y trabajó aquí durante los últimos 40 años de su vida, inspirándose en la naturaleza tranquila y la belleza resplandeciente de este pequeño pueblo. En muchos sentidos, es el paraíso de un artista, un desfile de perspectivas hermosas que piden ser plasmadas en la pintura.

10. Ménerbes, Provenza

Casi 1.000 personas tienen la suerte de que Ménerbes sea su hogar y, ¡oh, qué envidia nos dan esos afortunados! Un pueblo amurallado en las estribaciones de los Alpes y una joya de la Provenza que aprovecha al máximo su ubicación sublime. ¿Cómo? Con un desfile de vistas vertiginosas y una calma que desmiente su historia -que ha sido bastante turbulenta-. La musa de Picasso vivió aquí, aunque no debería ser una gran sorpresa.

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11. Trôo, Loire Valley

La Iglesia de San Martín es la pieza dominante de Trôo, aunque se podría decir, con la misma facilidad, que el verdadero encanto son todos los recodos que exponen la verdadera naturaleza de este pueblo parcialmente troglodítico. Lo que pasa es que la palabra troglodita nunca ha sido estéticamente tan agradable. Las calles peatonales de la villa son una aventura en sí mismas, mientras que el pozo de voz profunda que hace parada en Trôo es tan impresionante como aterrador.

12. Montpeyroux, Auvergne

Con una ubicación inmejorable, casi cayendo de una montaña, Montpeyroux es un pequeño pueblo con milenios de años de historia y vistas apoteósicas que dan para días. Mirar hacia el pueblo ya es una visión de cuento, mientras que mirar desde los edificios de piedra medievales ofrece al afortunado visitante un universo de perspectivas muy singular. Montpeyroux se ha convertido en un imán para las artes y artesanías en la era moderna, añadiendo un encanto adicional a uno de los pueblos más hermosos de Francia.

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13. Montfort-l'Amaury, Île-de-France

Desde los primeros registros históricos, personajes importantes e influyentes han estado construyendo castillos, mansiones y fortalezas en Montfort-l'Amaury, situado a solo 20 km al norte de Rambouillet. Los ingleses destruyeron el castillo durante la Guerra de los Cien Años, pero, ya no hay nada que temer porque los pensamientos destructivos están lejos de las mentes de los visitantes hoy en día, alumbrados por la encantadora belleza del pueblo.

14. Pont-Aven, Bretagne

Los artistas acudieron en masa a Pont-Aven a finales del siglo XIX, y en un segundo entenderéis por qué: es tan hermoso que no parece de este mundo. Por este simple y poderoso motivo, creativos como Émile Bernard y Paul Gauguin vinieron aquí en busca de inspiración. La encontraron a raudales. En el río Aven había el centro de la molienda de la zona y hoy conserva un encanto pintoresco responsable de que los visitantes saquen los caballetes nada más verlo.

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