Alojamientos Airbnb desde donde descubrir las plazas y los mercadillos más navideños de Europa

Si queréis disfrutar de una Navidad mágica e inolvidable os enseñamos algunas de las ciudades donde vivir una experiencia navideña diferente. ¡Haced las maletas e id a descubrir cómo viven esta época del año el resto de Europa!
Foto: Shutterstock
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Mariah Carey ya ha entonado las primeras notas del famoso ‘All I want for Christmas is you’ y si queréis vivir una Navidad única, ¡no os despistéis! Os enseñamos algunos alojamientos de Airbnb en distintas ciudades europeas donde viven esta época del año tan especial de forma mágica y diferente. Luces y escaparates espectaculares, mercadillos navideños, pistas de patinaje e infinidad de propuestas culturales os están esperando para disfrutar e inundados de espíritu navideño. Desde unas de las mejores luces del mundo en Vigo hasta el pueblo de Papá Noel en Helsinki, pasando por el Wonderland Lisboa en Portugal, el Winter Wonderland en Londres o la Grand Place de Bruselas, no tenéis excusa para no hacer una escapada de fin de semana y empezar a degustar los tan esperados dulces navideños o hacer aquellas compras de última hora. Coged un buen abrigo, guantes y bufanda y no os lo penséis más, ¡ya ha llegado Navidad!

1. Unas luces espectaculares, Vigo

Si queréis vivir una Navidad especial en Vigo alojaros en este fabuloso apartamento cálido, acogedor y muy soleado, ya que toda la fachada de la casa es una ventana, Además tiene una cocina americana muy moderna, terraza con acceso directo y ¡jardín privado con piscina climatizada! Os podréis relajar con un buen baño en pleno invierno sin pasar ni un poco de frío después de visitar el casco antiguo donde, durante los meses de Navidad, las calles se llenan de ni más ni menos que de 11 millones de luces led. Daos un paseo por las 350 calles que habrá iluminadas, visitad el árbol de Navidad o el muñeco de nieve más grande del mundo, subid a la noria para verlo todo desde las alturas o haced vuestras compras navideñas en el mercadillo. Si queréis quemar las comilonas de Navidad también podréis practicar patinaje sobre hielo en las dos pistas que hay o en la rampa de esquí y, si sois de los que no os perdáis absolutamente nada, el ayuntamiento organiza rutas turísticas por la ciudad para que no se os escape ningún detalle.

2. Una Navidad muy bohemia, Lisboa

Pasad una Navidad cálida y acogedora en este estudio en el corazón de Lisboa inspirado por la cultura y los colores de la ciudad. Su localización tan céntrica os permitirá visitar todos los atractivos navideños de la ciudad como el parque navideño al aire libre más grande de Europa “Wonderland Lisboa” ambientado en elfos e iglús con pista de patinaje sobre hielo ecológica, comidas típicas, paradas navideñas y la noria más grande de Portugal. El resto de la ciudad también tiene luces excepcionales en los barrios más característicos que podéis visitar con un guía a pie o con un recorrido panorámico en autobús con paradas libres. Y si sois glotones, en la Feira Internacional de Lisboa se celebra ‘Natalis’, una feria navideña donde destacan las delicias gourmet de temporada y talleres interactivos como talleres de cocina y demostraciones de chefs de renombre. Por último no podéis dejar de visitar ‘Mercado de Campo Pequeno’, un mercadillo que se celebra los fines de semana con 140 paradas de artesanías, regalos de diseño y productos tradiciones locales u ‘Obidos Vila Natal’, un pueblo al norte de la ciudad que se convierte en un pueblo temático mágico con un tobogán de hielo o incluso la casa de Papá Noel.

3. Las auroras boreales y la casa de Papá Noel, Helsinki

Si no os importa pasar un poco de frío, Helsinki en Navidad es una ciudad mágica, y aunque el sol solo dura unas pocas horas, la luz proviene de otros sitios como la blanquísima nieve, las luces de Navidad de calles o escaparates y de las míticas y preciosas auroras boreales que llenan de magia el cielo de la ciudad. Alojaros en este apartamento totalmente equipado en el centro de la ciudad y, después de dar una vuelta por el mercadillo navideño con 120 puestos y pista de patinaje o por la calle por excelencia Aleksanterinkatu, daros un relajante baño en el jacuzzi del apartamento o mirad una película navideña en Netflix o Disney+ incluidos en el alojamiento. Para los más pequeños no podéis dejar de visitar el escaparate de Stockmann, ya que su decoración es todo un espectáculo, y si queréis resguardaros del frío por la ciudad, probad un ‘glöqui’, un vino caliente especializado típico de Helsinki en uno de los bares o restaurantes donde se celebra el ‘pikkujoulu’ o ‘pequeña Navidad’. Por último, una de las visitas obligadas es el Círculo Polar Ártico. Coged un tren con destino a Rovaniemi y visitad la aldea de Santa Claus para pedirle vuestros regalos personalmente.

4. La Navidad más mágica, París

Y por último no nos podemos olvidar de París, una ciudad que desprende magia los 365 días del año, ¡imaginaros en Navidad! La ciudad se lena de luces, pistas de patinaje sobre hielo, mercadillos navideños, tiovivos y pesebres gigantes en la gran mayoría de iglesias de la ciudad. Alojaros en este precioso estudio totalmente equipado en el corazón de París en el barrio de Grenelle, a 10 minutos caminando de la Torre Eiffel, una de las luces que sin duda tenéis que visitar. Otras luces que no os podéis perder son las de Rue Royale con Madeleine de fondo, los Campos Elíseos, la Plaza Vendome o la Cúpula del Grand Palais, y podéis hacerlo con Tours en autobús o en bicicleta. Además la ciudad organiza una gran variedad de conciertos para mover el esqueleto. Entre las visitas culturales obligadas de París, en el Moulin Rouge organizan cenas especiales de Navidad y en el Palacio de Versalles hacen un espectáculo de baile y música recreando el ambiente barroco de la época en el palacio. Y si aún os quedan algunas compras navideñas por hacer, el centro comercial Lafayette Haussmann es un imprescindible, ya que montan una decoración espectacular. Y tanto si vais con los más pequeños como si no, tenéis que visitar Disneyland París, donde celebran la Navidad más mágica.

5. Una Navidad muy romántica, Viena

Viena es una de las ciudades más románticas de Europa, y en Navidad se respira un aire mágico que tenéis que presenciar. Por esta época del año, la ciudad se engalana con coronas de Adviento, escaparates adornados, grandes árboles de Navidad, pistas de patinaje y abundantes conciertos de música clásica. Y es que, por Navidad, todos los rincones de la ciudad se llenan de música (como el Palacio Imperial de Hofburg o el Bösendorfer Saal). En estos conciertos de Adviento se tocan obras destacadas de compositores como Mozart o Strauss, por lo que sentiréis que vuestro viaje tiene una banda sonora propia. Viena es la ciudad con más mercadillos de Navidad, así que pasear por ellos se ha convertido en un must para los amantes de esta festividad. Los más famosos, sin duda, son los que se encuentran delante del Ayuntamiento y junto al Palacio de Schönbrunn. Además, a pocos metros de este último se encuentra un apartamento elegante en el que os podréis relajar en una habitación de lujo después de un día de excursiones y visitas turísticas. Y si preferís ir a otros mercados menos concurridos, con un ambiente más relajado y tradicional, tenéis que ir al del barrio Spittelberg o al de Karlsplatza. Todo lo que os podáis imaginar se encuentra en las paraditas de estos mercados: desde artesanía, hasta gastronomía y dulces locales.

6. La Navidad más instagrameable, Praga

Si decidís ir a Praga en Navidad, encontraréis una ciudad totalmente distinta a otras fechas, y con suerte os recibirá con un gran manto blanco de nieve. La ciudad se convierte en un lugar mágico con mercados navideños, iluminaciones únicas y comidas tradicionales, además es un destino ideal si disponéis de poco tiempo. La arquitectura medieval, las increíbles fachadas burguesas, las torres de agujas o los tejados puntiagudos se pueden ver mientras paseáis, así que alojaos en este apartamento céntrico de estilo moderno y con toques vintage y… ¡perdeos por la ciudad! Eso sí, una parada obligatoria es el puente de Carlos, una de las zonas de la parte más antigua y con más encanto de la ciudad, que podréis disfrutar bajo las luces de Navidad. Y si os encantan los mercados navideños, Praga tiene el más grande de la República Checa, y uno de los más bonitos de Europa: el mercado de la Plaza de la Ciudad Vieja. Es el más icónico de la ciudad ya que cuenta con el famoso reloj astronómico y el característico árbol de Navidad que preside la plaza principal, en la que ponen una plataforma donde podréis subir para conseguir las mejores fotos. ¡Es una zona súper instagrameable! Otros mercados igual de interesantes que también tenéis que visitar son los de la Plaza Wenceslao o el del Castillo de Praga. Todos tienen numerosas paradas con una gran propuesta gastronómica típica de la zona. Así que, foodies, ¡preparad bien el estómago porque Praga en Navidad se come mucho y muy bien!

7. Las noches navideñas más bonitas, Budapest

La Navidad en Budapest se vive intensamente, así que no tenéis excusa para no disfrutar de su increíble ambiente navideño mientras os alejáis en este apartamento situado en el corazón de la ciudad, con vistas panorámicas a la plaza Deák Ference y a su preciosa noria. El aire festivo ya inunda la ciudad a principios de noviembre y por las noches, Budapest se convierte en un espectáculo digno de ver: se engalana con sorprendentes decoraciones y exhibiciones de luces como las del Café Gerbeaud, donde la fachada del edificio se transforma en un enorme Calendario de Adviento. Si queréis experimentar esta época tan especial, de una forma mágica y diferente, tenéis que dar un paseo en barco por el Danubio, un must de la ciudad en Navidad. Y para los que quieran seguir la agenda cultural de Budapest, El Cascanueces es una parada obligatoria para sentir la ciudad al más puro estilo navideño. Budapest tiene tradiciones muy arraigadas y las podréis descubrir en los mercados navideños. Por ejemplo, en el de la plaza Vörösmarty se pueden comprar regalos artesanos y disfrutar de comidas típicas como los strudel navideños. Y otro destacable es el de la plaza Szent István, que tiene la basílica de San Esteban como telón de fondo, por lo que hay un ambiente excepcional para saborear los kürtóskalács mientras los acompañáis de un delicioso vino caliente.

8. Formar parte de una postal de Navidad, Estocolmo

Navidad es la mejor época del año para descubrir Estocolmo. Por estas fechas la ciudad se viste de blanco, y se respira un ambiente muy especial que seguro que os cautivará. Así que, si queréis vivir sus tradiciones y costumbres navideñas alojaros en este piso de diseño nórdico totalmente reformado justo al lado del canal, en Södermalm, donde además podréis disfrutar de las espectaculares vistas de la ciudad desde su balcón acristalado. Mercados de navidad, calles adornadas con luces y un ambiente que inunda la ciudad con un espíritu navideño sorprendente. Con más de 110 años de recorrido a sus espaldas, el mercado de Navidad de Skansen se ha convertido en una parada obligatoria: es un museo al aire libre, con exposiciones sobre cómo se celebraba la Navidad en el siglo pasado. Pero si queréis disfrutar de un ambiente acogedor y romántico tenéis que visitar el mercado de Navidad de Gamla Stan, que con las casas de colores iluminadas y la nieve acumulada en el suelo… ¡sentiréis que formáis parte de una estampa turística típica navideña! Y para entrar en calor saboread las deliciosas castañas asadas mientras paseáis por las paraditas locales del mercado de Navidad de la Plaza Stortorget.

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