10 Airbnb para fanáticos del pádel y la buena compañía

¿Sois un grupo grande con ganas de desconectar y hacer actividades juntos hasta no poder más? ¡Id a disfrutar del sur andaluz como toca! Eso sí, deportistas, tenéis que saber que el calor os obligará a levantaros temprano para estar frescos mientras jugáis o esperar hasta bien entrada la noche para jugar vuestras partidas de pádel. Este alojamiento de Padul se encuentra en medio del valle de Lecrín, el 'tesoro botánico de Europa', en el sur de la provincia de Granada. Entre la Sierra Nevada y la costa granadina, el pueblo se convierte en la tranquilidad de un ambiente rural, ¡con fiestas populares, tradiciones, prehistoria y bastante calor!

¿Habéis visitado alguna vez el sur andaluz? Si no os lo queréis perder, lo podéis hacer en el municipio de costa Chiclana de la Frontera. ¿Tenéis ganas de desconectar? Os podéis quedar en la urbanización donde se encuentra el apartamento, no os faltará nada: ¡tiene piscina, campo de golf y pistas de pádel! Y para hacer una pequeña pausa de torneos y partidas de pádel, podéis disfrutar de un sinfín de lugares, desde la Playa de la Barrosa, con más de ocho kilómetros de costa, hasta la Torre del Reloj. Y para no parar ni un segundo, ¿os atrevís con un poco de voley playa?

¿Qué os parece tener las playas asturianas a diez minutos de vuestra casa? Esta villa del pueblo de Andrín, en la comunidad asturiana, está en una urbanización con piscina y pista de pádel privadas, ¡y con la playa muy cerca! Os será difícil concentraros a la hora de jugar partidas entre los cristales porque los paisajes verdes y montañosos en sintonía con el mar Cantábrico os harán flipar como nunca, y os quedaréis embobados horas y horas. Pero si queréis distraeros un momento… Andrín es un pueblecito muy pequeño, perfecto para disfrutar de una calma y tranquilidad extremas y, podéis hacer el turista en las construcciones parroquiales de diferentes estilos y siglos, como la Iglesia de San Juan Bautista o la Capilla de Nuestra Señora de Andrín.

¿Qué os parece una visita al norte? Esta casa está en Cambre, la Coruña, y os llevará a un paraíso verde y espacioso donde disfrutaréis de la naturaleza y la calma. Con un grupo de amigos muy grande podréis hacer barbacoas, jugar a pádel, al tenis, estar 'chill' en el porche… y también recoger los huevos de las gallinas que hay en la casa, y hacer unas comidas deliciosas, que os ayudarán a recuperar fuerzas después de unas cuantas voleas, globos y bandejas! Y si no os queréis perder ningún detalle, podéis visitar la mochila de prehistoria y arqueología que lleva encima el municipio, además de la arquitectura tradicional e industrial que se esconde en muchos edificios. ¡Corred hacia el norte!

¡Poned en la maleta las palas de pádel e id hacia el corazón de Castilla La Mancha! Encontraréis esta finca maravillosa, que mantiene el toque rural mezclado con una dosis de modernidad. Es ideal para poder realizar una escapada con amigos o familia y conseguir hacer clic en el botón off por completo. Preparad torneos, haced equipos y que comience el espectáculo. Cuando haya equipo vencedor, podéis hacer una visita al pueblo de Rada de Haro, sin perderos las cosas más importantes: hay la Iglesia Parroquial de la Asunción, y un patrimonio de monumentos históricos como los castillos Castillo de Belmonte o Castillo de Haro. Hay un montón de cosas por descubrir: ¡desde la naturaleza hasta la historia!

¿Tenéis ganas de jacuzzi, piscina con cascadas y palmeras en medio, y un sofá exterior infinito y comodísimo? Pues haced una escapada a la villa ‘San Jaime’, un auténtico lujo en la Comunidad Valenciana. Con billar, futbolín y pistas de pádel, esta casa enorme os situará a cinco minutos en coche de Elche y a diez de Santa Pola. Y eso sí, si en algún momento os cansáis de hacer smashs y víboras, pensad en los 'must' de este paraíso: comer paella valenciana, visitar las playas de arena fina y blanca, vírgenes y con dunas, y sobre todo, no os olvidéis de visitar la Dama de Elche! Una obra del arte íbero que se encontró por casualidad en 1897 en el actual Yacimiento Arqueológico de Alcúdia.

A 40 kilómetros de la capital, se esconde el pequeño municipio de Valdetorres de Jarama, famoso por los descubrimientos de restos romanos que se han hecho, los más importantes de la comunidad autónoma, donde incluso podréis ver una villa romana! Y si preferís quedaros en el chalet, tenéis un montón de opciones: barbacoa, piscina, pista de pádel, zona verde para jugar al fútbol… Y si queréis probar experiencias nuevas o sois amantes de los caballos, hay un club de equitación muy cerca. ¡No os perdáis este inmenso chalet y toda la diversión que os ofrecerá!

En la Sierra de Bellmunt de Lleida encontraréis un paraje muy pequeño: Pradell. En esta gran casa rural en medio del campo se puede disfrutar con un montón de amigos, perfecto para personas deportistas, con una pista de pádel, bicis, mesa de ping-pong, billar, futbolín y una diana. Si os queréis escapar de la casa, podéis optar por visitar otras partes de la comarca de la Noguera y las iglesias y castillos que se esconden, o el río Sió, muy cerca del pueblo. Si prefierís un ambiente más tranquilo, ¡en la casa también hay un jardín con barbacoa para cuando salga el sol!

Al sur de la Costa Brava, en un espacio que transmite tranquilidad, libertad y calma, encontraréis esta villa grandiosa en medio del bosque y muy cerca del mar. Podréis disfrutar al máximo de todas las formas de desconexión que conozcáis. Podéis llegar a la playa o dar una vuelta por el pueblo visitando edificios como la Torrassa del Moro, el Santuari del Corredor, o bien apostar por espacios más naturales como el parque de Can Jalpí. Si optáis por quedaros en la villa todas las vacaciones, tampoco creemos que os canséis de tomar el sol, de lanzaros a la piscina un sinfín de veces o de partidas de pádel inacabables!

¿Tenéis ganas de pisar la Costa Daurada en pequeño comité? Pues instalaros en esta casa con pista de pádel y piscina incluidas, en el pueblo de Sant Carles de la Ràpita, bien cerca del mar. Si hacéis un cristal, os deseamos suerte, porque no querréis volver a entrar en la pista con el paisaje que os encontraréis fuera! Si os encanta levantaros temprano, o quedaros de fiesta hasta bien entrada la mañana, podéis ir a ver las espectaculares salidas del sol desde el mirador de la Guardiola. Y después de una buena dosis de deporte, podéis descubrir la gastronomía única del Delta del Ebro: arroces, pescado y marisco de primera calidad, ¡y recuperar fuerzas!