1. La Posada Morisca
Frigiliana es de esos pueblos hermosos y coquetos hasta decir basta. Tanto es así que sus casitas blancas de techos anaranjados a dos aguas, sus calles adoquinadas e intrincadas y el encanto de sus balcones llenos de flores forman parte de la Asociación de los pueblos más bonitos de España. Con un día tendréis suficiente para recorrerlo, necesitaréis alguno más para vivirlo. Podéis alojaros en La Posada Morisca; un establecimiento en el que las habitaciones están dispuestas a modo de casitas individuales, con gran terraza y entrada privada. La decoración es exquisita y no faltan detalles como la hamaca en el porche, la chimenea de leña para el invierno y la piscina para el verano.