1. La casita para sentirse como un local
Esta casa de Airbnb en Peñíscola tiene todos los requisitos necesarios para convertirse en tu hogar durante los días que pases en la localidad. Y es que, se trata de una construcción antigua que ha sido restaurada. Te gustará su ubicación, en el interior del recinto amurallado; te resultará acogedora y llena de encanto su decoración (es más, te llevarás ideas para poner en práctica cuando vuelvas a tu ciudad) y te acabará de fascinar la terraza solárium que encontrarás en la última planta: es tuya y tiene vistas al mar, al puerto y a la Sierra de Irta. Perfecta para quienes no quieren perderse nada.